Las mentiras difundidas por la industria agrotecnológica sobre los transgénicos
Hasta la fecha no se ha demostrado que
los transgénicos sean seguros para el consumo humano, pero las grandes
empresas agrotecnológicas esparcen por todo el mundo mentiras en formas
de verdades para justificar la siembra y consumo de maíz transgénico. He
aquí algunos de esos mitos o mentiras:
Dicen
las empresas que es seguro para el medio ambiente.
Pero gran parte del maíz transgénico es del tipo Bt que fue manipulado
para producir un insecticida que ataca al gusano barrenador europeo,
pero también perjudica a otros insectos que ayudan a controlar plagas,
entre ellos la mariposa monarca. Esta toxina se acumula en los suelos de
cultivo y por lo mismo podría afectar su fertilidad a largo plazo.
Otro
mito difundido: los transgénicos son seguros para la alimentación
humana.
Pero la industria biotecnológica se ha negado a hacer pública la
información vital que demuestra los problemas para la salud humana por
el consumo de alimentos transgénicos. Científicos han revelado que la
mayor empresa de transgénicos, Monsanto, omitió reportar efectos
negativos serios, como los signos de toxicidad en los órganos internos
de las ratas.
Otro
mito es que se necesita para combatir al cambio climático.
Sin embargo, estudios independientes confirman que el etanol de maíz es
no sustentable como método de bioenergía. El uso de maíz para este uso
eleva los precios de los alimentos y amenaza la seguridad alimentaria.
La reducción de CO2 es mínima debido a la energía que se usa para
fabricarlo.
Otro
mito: brinda beneficios económicos
Pero, compañías como Monsanto ofrecen préstamos a campesinos pobres para
que compren sus caras semillas transgénicas. Al final los campesinos
terminan con deudas y se ven forzados a adquirir más préstamos. Ya sea
por comprar semillas o por contaminación "accidental" cientos de
productores estadounidenses se han visto forzados a pagar millones de
dólares. Y dado que las semillas transgénica no tienen los altos
rendimientos que prometían, lo único que hacen es enganchar a los
productores a paquetes tecnológicos más caros y dañinos para la
biodiversidad.
Un
mito importante difundido por las empresas: los transgénicos ayudarán a
reducir el hambre
Pero el hambre es un problema de distribución y de falta de recursos.
Son demasiadas las personas que no pueden tener acceso a los alimentos
básicos, no porque haya escasez de éstos, sino porque no tienen
suficientes ingresos para ello. Las semillas transgénicas no están
diseñadas para resolver el hambre del mundo sino para producir ganancias
para las corporaciones.
Otra
mentira difundida: es posible la coexistencia entre cultivos
transgénicos y convencionales
La realidad es que los cultivos transgénicos contaminan los cultivos
convencionales, los orgánicos, los alimentos y la miel. Cuando se
cultivan fuera del laboratorio es imposible parar el curso normal de la
naturaleza: de los insectos, de la polinización o las corrientes de
aire. Por ello la contaminación se expande de manera natural e
inevitable. Si el maíz transgénico contamina las plantas nativas de
maíz, estamos en peligro de perder estas plantas madre que son el origen
de todas las variedades de este grano, lo que sería un desastre
mayúsculo.
Un
mito más asegura que ya es imposible detener la tecnología transgénica
Sin embargo, hasta ahora la mayoría de los transgénicos se cultivan sólo
en cuatro países: Estados Unidos, Argentina, Canadá y Brasil. Otros
países se han opuesto a su cultivo. A más de una década de sus inicios,
la industria biotecnológica no ha logrado imponerse, debido a todos los
riesgos ambientales, económicos y de salud que conlleva y a que no
resuelve ningún problema del campo. En México, a pesar de que en 2009 se
aprobaron las siembras experimentales de maíz transgénico, el rechazo a
esta tecnología entre campesinos, consumidores y científicos
independientes es creciente.
Pero también hay que señalar el avance de los transgénicos en algunos
países. En México, catorce estados están afectados con maíz
transgénico. Se trata de la mayor contaminación de estas semillas de
América Latina. Además, México es el segundo país de América Latina y el
octavo país del mundo con mayor contaminación de maíz transgénico,
según la organización Greenpeace.
De:
http://www.masvoces.org/Las-mentiras-difundidas-por-la
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