
Los costes
sociales o externos son aquellos costes de producción que no son
asumidos en el precio de un producto. Por ejemplo, las zonas muertas
existentes en el Golfo de México, resultado de las grandes cantidades de
productos químicos emitidos en la producción agrícola no son incluidos
en los costes de producción. El precio de los alimentos no tienen en
cuenta los daños causados en el Golfo de México.
La
producción de alimentos genera unos costes sociales. De hecho, cuanto
más parece que se reduce el coste medio de producción de los alimentos,
mayor es el coste que se impone a la sociedad.
Consideremos
la cría intensiva de animales. La alta densidad de animales en muy poco
espacio resulta en una concentración de gérmenes y en la necesidad de
utilizar una gran cantidad de antibióticos. La supuesta reducción en el
coste de los alimentos contribuye a la aparición de bacterias
resistentes a los antibióticos, lo que supone un coste adicional a la
sociedad que supera la compensación en el ahorro de los precios de los
alimentos.