Para sus productores, consumidores y comercializadores, mientras no
se pruebe que el herbicida llamado glifosato produce cáncer, será
inocente, se lo podrá seguir utilizando. Pero ahí surge un problema: si
se prueba que es cancerígeno, habrá constancia de, probablemente,
millones de víctimas de este famoso compuesto, y será demasiado tarde.
Mientras tanto, sus promotores defienden a este herbicida señalando que
es tan cancerígeno como la hierba mate.
Pero acaba de surgir otro
problema: ya hay un caso oficialmente probado de cáncer por glifosato
que ha derivado, el 11 de agosto, en la sentencia para una indemnización
de 289 millones de dólares al jardinero estadounidense Johnson, en San
Francisco. Antes, en 2015, había sonado una importante alarma: la
Organización Mundial de la Salud (OMS) incorporó al glifosato en la
lista de sustancias probablemente carcinógenas para los humanos. Y en
Bolivia, actualmente y desde hace varios años ya, se suma un problema
adicional: el glifosato, e incluso agrotóxicos peores, se venden sin
tregua, controles ni pena.
...
Más:
http://eju.tv/2018/09/bolivia-un-pais-adicto-al-polemico-glifosato/
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