En los
próximos días, las transnacionales Monsanto, DuPont y Dow esperan una
respuesta positiva del gobierno mexicano para sembrar 2.4 millones de
hectáreas de maíz transgénico en México, una superficie equivalente al
área de El Salvador.
La situación es extremadamente alarmante, ya que México es el centro de
la diversidad del maíz en el mundo, donde existen miles de variedades en
los campos de las comunidades campesinas e indígenas. El maíz es hoy en
día uno de los tres principales alimentos a escala global, por lo que
la contaminación de de los maíces en México por transgénicos peligrosos
representa una amenaza para todo el planeta.
En las comunidades campesinas de México existen miles de variedades
locales de maíz, cada una el resultado de distintos climas, suelos,
ecosistemas y culturas. Desde México, el maíz recorrió el mundo,
llegando a ser uno de los alimentos más importantes para muchos otros
pueblos, sobre todo en el sur de África, en Asia y en toda América
Latina. Sin embargo, en las últimas décadas el maíz también ha sido
objeto de mucho interés por parte de la industria y las transnacionales.
Estas han creado variedades de maíz híbrido, dependientes de
agrotóxicos y otros insumos que los campesinos tienen que comprar.
También ha creado transgénicos de maíz que hoy en día (2011) cubren una
superficie de 51 millones de hectáreas a nivel global.