El
glifosato, agente activo del Roundup, producido por Bayer-Monsanto,
es un pesticida que no sólo se utiliza en la agricultura, sino
también
en zonas urbanas. Y sabemos que es devastador para la biodiversidad:
lo mata (casi) todo.
No
necesitamos el glifosato para una agricultura productiva, ni para el
control de las malas hierbas. El glifosato debería
prohibirse.
Hace
cinco años, estuvimos muy cerca de prohibir el glifosato en Europa,
con millones ciudadanos y ciudadanas europeos pidéndolo. Sin
embargo, en una votación muy ajustada en el Consejo de Ministros se
aprobó su uso durante otros
cinco años.
Este
año, la Comisión Europea inició
un nuevo proceso de aprobación del
glifosato. Pero aunque millones de personas llevan años pidiendo que
se ponga fin al uso del glifosato, la Comisión Europea y los Estados
miembros de la UE se niegan a escuchar. Se espera que en breve, en
una reunión a puerta cerrada, den su visto bueno a la aprobación
renovada del uso del glifosato. En otras palabras, darán
un cheque en blanco a las grandes empresas que ganan millones
vendiendo un pesticida que destruye nuestra biodiversidad y amenaza
nuestra salud.
Tenemos
que hacerles saber que esto es inaceptable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario