Porque nos afecta a todos y
hay mucho en juego. La disputa es entre los intereses de las
megaempresas (trasnacionales y nacionales), que se han beneficiado en
grande con la ley y programas actuales, y la necesidad de reformar el
sistema de ciencia y tecnología para que sirva a las necesidades de la
mayoría del pueblo mexicano. Son paradigmas opuestos: una ciencia
elitista para producir tecnologías al servicio del lucro (tecnociencia) o
la posibilidad de desarrollar una ciencia digna, comprometida con la
sociedad que la sostiene, que reconozca e integre distintas formas de
conocimiento, que desarrolle tecnologías para el bien común, en lugar de
venderse al mejor postor.
...
Más:
https://www.jornada.com.mx/2019/04/13/opinion/019a1eco#
No hay comentarios:
Publicar un comentario