El pasado 30 de noviembre, Leydy Pech, apicultora maya oriunda del
poblado de Hopelchén en Yucatán, obtuvo el premio Goldman (el premio
ambiental más importante del mundo) por su lucha en contra de Monsanto y
a favor de la protección de la apicultura y el medio ambiente en la
Península, aspectos fundamentales para las comunidades mayas yucatecas y
de la población en general.
En entrevista para el portal de la BBC
Mundo, Pech afirma que su lucha no fue fácil: “Lo más difícil fue, en
primer lugar, entender la complejidad y los daños que causaría el
permiso que el gobierno mexicano había otorgado a Monsanto para la
siembra de soya transgénica en los territorios de comunidades mayas de
Hopelchén. Como pueblo indígena, nosotros desconocíamos el impacto que
tendría ese permiso. (…) Lo primero que quisimos fue entender qué
significa transgénicos.
Para empezar, ni siquiera sabíamos qué era la
soya GM (genéticamente manipulada) ni los daños asociados a ese cultivo.
(…) Una vez que logramos comprender las afectaciones que nos traía esa
siembra de soya transgénica en nuestros medios de vida, especialmente en
la apicultura, decidimos organizarnos, hacer una unidad del pueblo maya
de Hopelchén. Entonces interpusimos dos amparos (uno como comunidades
indígenas y otro como organizaciones de apicultores)”.
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