do una vez más por la administración europea basándose en estudios de la propia industria y desechando todos los trabajos científicos que apuntaban hacia su carácter cancerígeno.
El Comité de Evaluación de Riesgos de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) ha clasificado una vez más el glifosato como una sustancia que causa graves daños oculares y que es tóxica para la vida acuática, pero volvió a descartar su relación con distintos tipos de cáncer. El uso del glifosato está prohibido en Austria y en distintas regiones de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Escocia, España, Australia, Nueva Zelanda, Malta, Eslovenia y Suiza. Además, su uso está limitado en una veintena de países de todo el mundo, entre ellos Francia, Bélgica, Dinamarca, Portugal o los Países Bajos. Alemania lo prohibirá a partir de 2023.
Con esta decisión, este comité dependiente de la UE descarta la evidencia presentada por múltiples estudios científicos que vinculan este herbicida creado por Bayer-Monsanto con problemas de fertilidad, malformaciones y casos de cáncer, que llevaron a esta compañía a tener que pagar en indemnizaciones 10.000 millones de euros solo en Estados Unidos en una cadena de denuncias que afectan a más de 125.000 personas.
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