jueves, 31 de enero de 2013

Refuerzan lucha contra transgénicos; acabarían con 10 mil años de cuidado del maíz nativo



Pagina3.mx.- Pedro MATÍAS   
Lunes, 28 de Enero de 2013 10:50
Oaxaca | pagina3.mx | Pedro MATÍAS |
 
La Red en Defensa del Maíz rechazó tajantemente la introducción, el trasiego, la comercialización, intercambio, experimentación, almacenaje y la siembra de cualquier cultivo transgénico en México. De igual forma se sumaron a la propuesta de las comunidades y organizaciones de Oaxaca, de declarar 2013 como año de resistencia contra el maíz transgénico y en defensa del maíz nativo y de la vida y autonomía de los pueblos del maíz.

En el Pronunciamiento emanado de su primera asamblea de 2013, la Red rechazó principalmente todo lo relacionado con el maíz transgénico porque atenta directamente contra más de diez mil años de cuidado del maíz nativo; contra la seguridad y la soberanía alimentarias de México; contra la producción libre y autónoma de alimentos con semillas nativas nacionales libre de patentes y sin modificación transgénica.
El encuentro al que asistieron representantes de casi un centenar de comunidades y organizaciones consideró que los productos transgénicos atentan contra la salud de la población en general.

Recalcaron que México y toda Mesoamérica (y más) es centro de origen y diversificación del maíz.,
razón por la cual se oponen a al gobierno que insiste en imponer unos supuestos centros de origen que presuponen que hay otros muchos sitios donde se puede plantar cultivos transgénicos.

Es por ello que exigieron “la integridad política, biológica y territorial de México como país Centro de origen y Diversidad Continua, encarnado en la vigencia de los pueblos indígenas.

A 11 años de resistencia —desde que se descubrió la contaminación a trasmano que intentó el gobierno en Oaxaca, lo que dio pie a la formación de a esta Red—, lanzaron su voz de “alarma ante la mera posibilidad de que se aprueben los permisos solicitados para sembrar transgénicos comercialmente en más de 2 millones 400 mil hectáreas, en los estados de Sinaloa y Tamaulipas”.

Consideran que al ser Sinaloa y Tamaulipas sitios que siembran enormes cantidades para consumo humano en las grandes ciudades del país, inundarían con un maíz contaminado que en otros países ha sido objeto de estudio y han hallado que es nocivo para la salud.

Afortunadamente, dijeron, “México sigue siendo un país donde todavía no nos vencen los transgénicos”.
Esto porque hay comunidades y organizaciones que desde el nivel local y regional han logrado establecer acuerdos, estatutos o reglamentos —como un freno real a la entrada de los transgénicos a sus lugares y enclaves mediante una actitud de atención, alerta y cuidado; desechando o frenando todas las semillas extrañas, las semillas híbridas o ajenas que los programas de gobierno o las empresas quieren imponerle a las comunidades a cambio de otros programas o proyectos.

Sin embargo, ante una emergencia tan grave como la que se vive, es necesario redoblar esfuerzos, atención, cuidados, para mantener y reforzar las semillas nativas y los canales de confianza que hacen posible su intercambio seguro y la diversidad que es su corazón, al tiempo de desterrar toda semilla ajena, sobre todo si son semillas que nos promueve el gobierno y las empresas.

Hicieron hincapié en que “ahora debemos prestar atención a la procedencia de todo el maíz que consumamos, sabedores de que hay ahora infinidad de productos que lo contienen”.

Finalmente se sumaron a la propuesta de las comunidades y organizaciones de Oaxaca, de declarar 2013 como año de resistencia contra el maíz transgénico y en defensa del maíz nativo y de la vida y autonomía de los pueblos del maíz.

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