Según un artículo
publicado en The New York Times, tanto las empresas biotecnológicas como
las empresas ecológicas subvencionan a investigadores para que hablen
en favor de sus productos cuestionando las conclusiones de las partes
contrarias. Gracias a la Ley de Transparencia, se ha liberado una
información que en cierto modo muestra que hay que tener cuidado con la
opinión de algunos investigadores que se posicionan a favor o en contra
de los alimentos transgénicos.
Recientemente se destapó un escándalo que ha involucrado a Kevin Folta,
profesor y presidente del departamento de ciencias hortícolas de la
Universidad de Florida (Estados Unidos), que ha defendido a los
alimentos trangénicos y se ha declarado totalmente independiente de la
industria biotecnológica. Al parecer, ha salido a la luz una serie de
documentos que demuestran que este profesor que aseguraba no tener nada
que ver con empresas como Monsanto, Bayer, Singenta, etc., ha recibido
miles de dólares de Monsanto por la promoción que realiza de los alimentos modificados genéticamente.
Kevin Folta declaró en su momento que se había unido a una campaña
para defender públicamente los alimentos modificados genéticamente por
considerar que son totalmente seguros, además se trataba de su trabajo y
quería compartir su experiencia con el resto de la población. Aseguró
que nadie le dictaba lo que debía pensar o decir y que cada declaración
se basaba en evidencias científicas, el profesor admitió que él podría
ser visto de forma injusta, como una herramienta de la industria
biotecnológica. Aseguraba que la percepción que tenían de él le
molestaba mucho, pero ahora, los documentos liberados revelan el doble
juego de este experto.
...
Más:
http://www.gastronomiaycia.com/2015/09/21/son-imparciales-las-investigaciones-que-se-publican-sobre-los-beneficios-o-perjuicios-de-los-alimentos-transgenicos/
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