La autorización comunitaria es un eufemismo; se abre una brecha enorme
para que proyectos de empresas internacionales como Monsanto no sean
obstaculizados por la oposición local
Los derechos colectivos a una alimentación sana y a la preservación
de la semilla del maíz originaria han sido atacados, señalan campesinos
de Tlaxcala que comenzaron con una defensa legal y en forma en torno a
inversiones de firmas agroindustriales internacionales.
La entidad del país más pequeña territorialmente, puede
convertirse así en el primer lugar de un nuevo tipo de disputa: lo que
antes era una aceptación comunitaria para el uso de recursos como suelo o
agua (explotación agrícola incluida), ahora puede lograrse allí con un
trámite ante burócratas municipales.
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