Lo que era la crónica de un final anunciado, se hizo realidad: sin
saberlo, probablemente muchas familias trabajadoras de la Argentina ya
estén consumiendo los productos de la canasta básica alimentaria
derivados del trigo genéticamente modificado, como el pan, fideos, etc.
Si bien la noticia era conocida desde hace casi dos meses, recientemente
adquirió mayor relevancia a través de una carta pública por parte del
Instituto de Salud Socioambiental (InSSA) de la Facultad de Ciencias
Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). La entidad
manifestó que “es un hecho de gravedad inusitada desde el punto de vista
de la salud pública” (
Página 12, 24/4).
La empresa Bioceres, había informado que unos 25 molinos harineros
del país ya establecen la mezcla del trigo HB4 con el convencional. La
república Argentina ostenta el nefasto récord de ser la primera en comer
pan con trigo transgénico. El cultivo del mismo va junto al herbicida
glufosinato de amonio, que es quince veces más nocivo que el glifosato.
Además, fue denunciado por unos mil científicos, productores y
organizaciones socioambientales. Para peor, los estudios que señalarían
su nulo daño, son en verdad elaborados por las mismas compañías agro
biotecnológicas.
...
Más:
https://prensaobrera.com/ambiente/trigo-transgenico-el-cereal-modificado-llego-a-las-mesas-argentinas
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