viernes, 3 de enero de 2014

REFLEXIONES SOBRE EL COOPERATIVISMO AGRARIO. NUEVO NÚMERO DE LA REVISTA SOBERANÍA ALIMENTARIA

Material enviado por la Revista Soberanía Alimentaria

Os presentamos el nuevo número de la revista Soberanía Alimentaria dedicado a analizar, con mirada crítica y voces del campo, el cooperativismo agrario.
Como decimos en la editorial, empezamos a pensar este número con la idea de aportar al debate del cooperativismo en el mundo rural y nos hemos encontrado que en la palabra ‘cooperativa’ confluyen las corrientes de pensamiento más alejadas, esas que pensábamos que jamás veríamos juntas. Esto se traduce en algunas prácticas diversas y dispares que encontramos en ese lugar: visión empresarial buscando el máximo beneficio, gestión colectiva horizontal, mercado de exportación, revalorización de lo local y articulación territorial, burocracia, alegalidad… blancos, negros y toda la gama de grises.
Y no es que hayamos encontrado un lugar donde, como las fiestas de un idílico pueblo, poder reconocernos, entendernos y ser felices.
La palabra cooperativa y toda su carga original de principios y teorías, se ha dejado arrastrar como tantas otras cosas, por los valores de la acumulación, la búsqueda de beneficios sin más y desde luego, cargando con un pensamiento patriarcal. En ese trayecto ha dejado una estela de posibilidades y todas se siguen llamando cooperativas ¡No nos engañemos, aunque tengan el mismo nombre no hablamos de un mismo lugar!
Entonces ¿qué es en realidad una cooperativa? ¿Puede ser una herramienta para construir soberanía alimentaria como pensábamos al empezar a elaborar este número? La clave no es así de sencilla, porque quizá las preguntas son otras ¿qué queremos que sea eso de “cooperativa”?
Recompongámoslas desde hoy, desde el saber hacer las cosas mal y saber que no nos gustan y por qué. No se trata de volver donde lo dejamos, de volver al momento de la redacción de las teorías y volver a aplicarlas de otra manera. Tenemos memoria, algo de gran valor, y saber usarla debe ser nuestra principal habilidad.
Por eso, pensamos que más que usar las cooperativas para construir soberanía alimentaria, deberíamos usar la soberanía alimentaria – y los movimientos sociales rupturistas en general- para recomponer y reinventar la idea de cooperativa
Y para contribuir a este fin, en este número de la revista queremos, en primer lugar, repasar la memoria para tenerla presente, escuchar las voces campesinas que forman parte de cooperativas y aportar las reflexiones de la economía feminista, que amplía horizontes y nos proporciona nuevas piezas de transformación radical. Y también nos acercamos a experiencias que, convencidas, se identifican con la palabra cooperativa y se mueven al compás de otras melodías, las que reconocemos como cercanas a la economía solidaria, a un buen vivir, al mundo que soñamos.

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