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“En el año 2011 se sembraron 7.2 hectáreas de forma experimental, mientras que en el 2012 fueron 10 hectáreas. Sin embargo, en el 2012 grupos ambientalistas como Greenpeace, la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, el Grupo de Estudios Ambientales y Semillas de la Vida, se opusieron a que se siguiera experimentando y frenaron la petición que hizo la empresa Pioneer, que en el 2013 había solicitado permiso para sembrar en Tamaulipas 351 mil 284 hectáreas de maíz de la variedad Monsanto”, indicó.
LA UAT PRODUCE SEMILLAS MEJORADAS
Por su lado, investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, al mando del doctor José Ernesto Cervantes Martínez lograron crear una variedad de semilla de maíz genéticamente modificada que permite aumentar la producción y cuya planta resiste a la sequía.
La variedad, conocida como Nutri UAT, es capaz de producir hasta 9 toneladas de grano de maíz y hasta 15 toneladas de elote por hectárea.
Entrevistado al respecto, Cervantes Martínez explicó que actualmente una hectárea de riego de maíz normal produce entre 4 y 6 toneladas de grano, en tanto que en una de temporal la producción máxima es de 4 toneladas por hectárea, por lo que el aumento en la producción sería hasta un 40 por ciento más.
Dijo que la variedad creada en la UAT es un híbrido de cruza simple que se adapta a condiciones tropicales, por lo que puede sembrarse tanto en el ciclo primavera-verano como en el de otoño-invierno, bajo regímenes de humedad de temporal o riego.
El académico aclaró que el grano Nutri UAT no es un maíz transgénico, ya que se trata de un híbrido.
“La semilla mejorada es un híbrido que se obtiene de la mezcla de dos o más razas puras de las semillas, que tienen la capacidad de cruzarse y ser más productivas, mientras que un transgénico es una semilla que ha sido manipulada genéticamente”.
Agregó que actualmente se trabaja en el desarrollo de nuevos granos de maíz con alta calidad nixtamalera para la producción de tortilla, así como en la obtención de nuevas variedades de semillas de cártamo, canola y sorgo que sean resistentes a la sequía.
Mientras tanto, el presidente de la Federación de Propietarios Rurales de Tamaulipas, Eduardo Espronceda Galindo afirmó que si se permitiera a los agricultores mexicanos la siembra de semillas genéticamente modificadas, aumentarían su productividad hasta en 15 por ciento, que sumado a una mejora en procesos, pondría en condiciones aptas al campo mexicano.
“Para poder competir con los mercados internacionales es necesario que se nos permita el uso de semillas transgénicas, para que los productores tamaulipecos puedan competir con estándares internacionales de productividad, mejorando los ingresos de los agricultores”.
Dijo que no es posible que desde hace muchos años los productores gringos estén produciendo maíz y frijol con semillas modificadas, las cuales después venden a México, y a los productores nacionales se les esté negando el uso de estos productos.
“Actualmente el país importa más de 7 millones de toneladas de maíz, de las cuales por lo menos el 80 por ciento son de origen transgénico”.
Expuso que es una incongruencia que en el país no se permita sembrarlo a los productores, pero sí que la gente lo consuma.
Espronceda Galindo explicó que los transgénicos ayudan a tener la seguridad de que el cultivo va estar libre de plagas.
“Si lo protejo de las plagas, si lo protejo de malezas, si hago una siembra con precisión, entonces seguramente estoy esperando un rendimiento que pueda elevarme en por lo menos 3 toneladas más por hectárea, que eso es lo que vendría a acabar con el mito de que en México no podemos ser buenos productores”.
Dijo estar seguro de que si se utiliza esta herramienta al parejo de los otros competidores, se elevaría el rendimiento entre 10 y 12 toneladas de maíz por hectárea, por lo que en Tamaulipas serían más de 25 mil productores que se verían beneficiados.
De:
http://www.gaceta.mx/noticia.aspx?idnota=59839
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