El papel de la mujer
en La Vía Campesina forma parte de lo que hace que este movimiento sea
único tanto en la historia de los movimientos campesinos como entre
otros movimientos sociales y organizaciones internacionales.
Para Nettie Wiebe,
de la Vía Campesina Norteamérica “el trabajo, las perspectivas, el
análisis, la energía, el liderazgo y la presencia de las mujeres en La
Vía Campesina han transformado y reforzado nuestro movimiento”. El
modelo de la agricultura campesina asumido por La Vía Campesina
Internacional no solo incluye a las mujeres, sino que reivindica sus derechos y les permite ser campesinas en igualdad.
En el actual contexto
el acaparamiento, el despojo y la explotación por parte de las
transnacionales aumenta con el modelo extensionista del agronegocio, así
como se incrementa la vulnerabilidad de las mujeres campesinas e
indígenas expulsadas a diariamente de sus tierras.
En ese sentido, La Vía Campesina afirma la
necesidad de una Convención Internacional sobre los Derechos de
Campesinas y Campesinos, pues los mecanismos y convenciones
internacionales han resultado limitados, en lo que respecta a la
protección de los derechos de las campesinas y de las consecuencias de
las políticas neoliberales.
En esta jornada de 8
de Marzo las mujeres y hombres de La Vía Campesina defendemos una
reforma agraria integral, los bienes naturales como la tierra, el agua,
los territorios que en su conjunto garantizan la soberanía alimentaria
mediante una producción agroecológica, que revalora la agricultura
campesina, por cual denunciamos ampliamente la destrucción y
depredación por la aplicación del monocultivo, el uso indiscriminado de
agrotóxicos y por los daños que causan las transnacionales en nuestros
territorios. Mayor rentabilidad y productividad en el campo significa
menos condiciones dignas de vida para millones de campesinas y
campesinos, el mercado no puede seguir dictando las políticas agrícolas
y atentando contra la salud del pueblo y de la naturaleza.
Este
8 de marzo seguiremos Globalizando la lucha y la esperanza por un mundo
más justo e igualitario para todas y todos, nos solidarizamos con
Máxima Acuña, la campesina e indígena peruana que lucha y resiste a una
transnacional minera, nos inspiramos en su fortaleza y dignidad para
decir: Basta al sistema capitalista y patriarcal.
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