Resulta que más de diez mil productores de miel del sureste mexicano,
sobre todo de Yucatán y Campeche, presentaron una queja ante la
Comisión Nacional de Derechos Humanos contra el gigante Monsanto.
Argumentan que los químicos de la multinacional de la biotecnología y
desarrollo de productos genéticamente mejorados utilizados para su
cultivo agrícola, contaminaron la miel y ahora no es posible exportar el
producto a los mercados de Estados Unidos y Europa.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, que encabeza Luis María Aguilar,
otorgó un amparo a los productores porque argumentan que no fueron
consultados y advertidos de los posibles riesgos colaterales que iba a
traer a la miel mexicana utilizar un químico letal.
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