Es un hecho que la agricultura influye en el medio ambiente, por lo cual el cultivo de nuevas técnicas genéticas -transgénicos- traerá consecuencias.
La introducción de los organismos modificados genéticamente (OMG)
u organismos transgénicos en la agricultura y alimentación se remonta
sólo algunos años atrás, sin embargo, están muy presentes en nuestros
campos y platos. Su crecimiento acelerado contrasta con la escasez de
información sobre sus impactos ambientales, sanitarios y sociales.
La industria biotecnológica pretende que
los ciudadanos crean que la ingeniería genética es una técnica que
aportará beneficios al planeta y a la humanidad. Pero los supuestos
beneficios no se han hecho realidad en los países en que es permitido su
cultivo de transgénicos; en cambio, los daños y los impactos de las
manipulaciones genéticas se revelan conforme pasa el tiempo.
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