Cada vez hay mayor evidencia científica sobre los daños potenciales a la salud por el uso de la agrobiotecnología transgénica y herbicidas como el glifosato, indicó Emmanuel González-Ortega, quien realiza una estancia posdoctoral en el Instituto de Ecología (IE) de la UNAM.
Destacó que resultado de miles de años de selección por las diversas culturas de nuestro país, las más de 60 variedades nativas de ese cereal constituyen una enorme riqueza genética que servirá para cubrir las necesidades de mejoramiento genético actual y futuro, mismas que están en peligro de contaminarse.
En nuestro país, aseveró que muchos investigadores están en contra de la siembra de maíz transgénico porque argumentan que no es necesario, que la producción agrícola del grano nativo cubre los requerimientos de cantidad y necesidades alimenticias de la población.
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http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n3869039.htm
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