Revista Soberanía Alimentaria
Recientemente ha sido
noticia mundial. Después de muchos años de denuncias por parte de
movimientos campesinos y ecologistas y centros de investigación
independientes, el herbicida estrella de Monsanto y el más vendido en el
mundo, el glifosato (principio activo de la marca comercial Roundup), a
pesar de los lobbies de la agroindustria, ha sido recalificado por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, dependiente de laOrganización Mundial de la Salud (OMS), como posible cancerígeno.
Las repercusiones del uso de este herbicida son gravísimas tanto para la naturaleza como para los seres humanos. Son muchos los casos de malformaciones embrionarias, abortos y otras enfermedades relacionadas con el glifosato, sobre todo en Sudamérica, donde su aplicación en cultivos de soja transgénica –muchas veces con fumigaciones desde avionetas– acaba afectando a la población cercana y provocando la contaminación generalizada de la tierra y el agua. De hecho, en un reciente estudio del US Geological Survey publicado en la revista Enviromental Toxicology and Chemistry, el 75 % de las muestras de agua de lluvia del delta del Mississipi contenía dosis de esta sustancia química. En Argentina, estudios del Dr. Damian Marino en la región pampeana llegan a la misma conclusión. En países como El Salvador o Sri Lanka prohibieron el glifosato después de detectar el aumento de casos de enfermedades renales entre personas dedicadas a la agricultura.
Pero la decisión de la OMS no prohíbe su uso, por el momento, y el glifosato (o sus marca comerciales) en países como el nuestro se puede encontrar sin ningún problema en cualquier 'garden center' y su uso sigue muy presente en la agricultura y también en la jardinería doméstica y municipal.
Por eso, ahora que [en España] se acercan elecciones, ¿sabemos qué opinan los partidos políticos que a ellas concurren?¿Conocen la resolución de la OMS? ¿Están a favor o en contra del uso del químico que patentó Monsanto? Es una buena pregunta a trasladar en el marco de la Carta por una Soberanía Alimentaria desde nuestros municipios para conocer qué tipo de jardinería desean para el municipio y cómo van a cuidar estos espacios. Un buen espejo donde reflejar la sensibilidad y compromiso de quienes pueden gobernar nuestros pueblos y ciudades.---
A quienes tengáis interés en exigir a vuestros ayuntamientos la prohibición del uso de glifosato en parques y jardines os recomendamos contactar con el movimiento Som lo que Sembrem, que lleva 3 años desarrollando alternativas al respecto.
Fuente: http://www.economiasolidaria.org/noticias/elecciones_y_monsanto
De:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=197491
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