El informe de marzo 2015 del Centro Internacional de Investigaciones
sobre el Cáncer (CIIC), sobre el efecto cancerígeno del Glifosato detonó
una bomba mediática. La trasnacional que produce ese herbicida
reaccionó de inmediato. Desde entonces, la polémica no ha dejado de
inflamarse. Poder económico, ONG, sociedad civil internacional,
organizaciones campesinas y ambientales, clase política y hasta el mundo
científico, la alimentan con posiciones tan polarizadas como
intransigentes. Algunos gobiernos empiezan incluso a tomar medidas
concretas.
Las conclusiones del informe “ Monographs Volume 112:
evaluation of five organophosphate insecticides and herbicides” de dicho
Centro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentadas el 20
de marzo, considera que el Glifosato, el ingrediente químico más usado a
nivel planetario para destruir las malas hierbas, es un “carcinógeno
humano probable” (Grupo 2 A) (
http://www.iarc.fr/en/media-centre/iarcnews/pdf/MonographVolume112.pdf).
Conclusión científica
Argumentando
tal posición se encuentran científicos independientes que revisaron
durante un año la literatura específica sobre el herbicida, encontrando
“evidencia suficiente” que el producto causa cáncer en animales de
laboratorio, “evidencia limitada” que lo causa en seres humanos y
evidencia (a secas) de que causa daño en el ADN y en el cromosoma de
células humanas.
...
Más:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=205340
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