Nos quieren pobres, mal alimentados y enfermos. Y el Tratado
Transatlántico de Comercio e Inversiones entre Estados Unidos y la Unión
Europea, el TTIP por sus siglas en inglés, es uno de los mejores
instrumentos para conseguir que los deseos de unos pocos se conviertan
en realidad. Aún se está negociando, eso sí entre bambalinas, pero de
aprobarse significará uno de los mayores retrocesos en los estándares de
seguridad alimentaria en Europa.
Del mismo modo que Fausto vendió su alma al diablo, la Comisión
Europea vende con este nuevo acuerdo los derechos de los ciudadanos
europeos a las grandes empresas estadounidenses y lo mismo hace el
gobierno de Estados Unidos con los de sus conciudadanos. El TTIP no es
un tratado de libre comercio al uso, no consiste ya en eliminar
aranceles, imposible casi liberalizar aún más ambas economías. Ahora, se
trata de acabar con normativas y legislaciones que garantizan derechos
ciudadanos pero que limitan las opciones de negocio de las grandes
empresas, ya sea en materia financiera, sanitaria, educativa, cultural,
agrícola, laboral o alimentaria.
Más negocio
...
Más:
http://blogs.publico.es/esther-vivas/2015/11/02/ttip-salud-y-alimentacion-en-peligro/
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