Todo se puede resumir en unas pocas palabras: “(Los disruptores endocrinos) se pueden considerar como cualquier otro producto químico de interés para la salud humana y el medio ambiente”. Es en esta corta frase, que aparece en las conclusiones de un dictamen de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA ),
del año 2013, sobre la que descansa el plan de Bruselas para regular
los disruptores endocrinos, sustancias ubicuas capaces de interferir en
el sistema hormonal, incluso a dosis bajas.
La
propuesta, que próximamente será objeto de votación por parte de los
Estados miembro, no sólo ha unido a Francia, Dinamarca y Suecia, sino
también a muchas organizaciones no gubernamentales (ONG), que consideran
que no se protege la salud pública ni el medio ambiente.
Esta frase sobre la que se levantó
el edificio reglamentario propuesto
por la Comisión ya había sido redactada
incluso antes de que se hubiesen
llevado a cabo estudios científicos.
La comunidad de expertos, encarnada en la Sociedad de Endocrinología,
una sociedad que reúne a unos 18.000 investigadores y personal clínico
especializado en el sistema hormonal, también está en contra de la
propuesta. Existe una amplia oposición, mientras que la Comisión Europea insiste en que se basa en datos científicos, en los datos científicos recogidos según el método empleado por la EFSA.
La explicación de esta situación se encuentra en una serie de documentos internos de la Administración Europea obtenidos por Le Monde.
Esos documentos muestran sin ambigüedad que la frase clave sobre la que
se ha construido el edificio regulador propuesto por la Comisión ya se
había redactado incluso antes de que se hubiesen llevado a cabo estudios
científicos.
...
Más:
https://noticiasdeabajo.wordpress.com/2016/12/05/disruptores-endocrinos-la-fabricacion-de-una-mentira/
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