Traducción automática:
Por Philip Bereano,
La Fundación Gates es un ejemplo de “filantrocapitalismo”, una práctica que utiliza enfoques impulsados por el mercado para abordar cuestiones sociales. Philip Bereano sostiene que este enfoque es problemático, ya que los mercados a menudo no logran resultados socialmente constructivos.
En la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica de 2016 se creó un “Foro en línea sobre biología sintética” en respuesta a las inquietudes de las naciones del Sur Global y las organizaciones de la sociedad civil. La biología sintética, especialmente los impulsores genéticos, ofrece un potencial significativo, pero también plantea riesgos. Sin embargo, una solicitud en virtud de la Ley de Libertad de Información reveló que la Fundación Gates y otras entidades intentaron influir en el foro con científicos alineados con la industria.
En 2017, la Fundación Gates otorgó 1,6 millones de dólares a Emerging Ag Inc., una firma de relaciones públicas para empresas agroindustriales y biotecnológicas, para promover las aplicaciones de la ingeniería genética. Esta iniciativa tiene como objetivo influir en el Foro de las Naciones Unidas y oponerse a una moratoria sobre estas tecnologías. La participación de la Fundación Gates genera inquietud debido a su firme defensa de la ingeniería genética como solución al hambre mundial, a pesar de la limitada evidencia de su eficacia.
Entre 2009 y 2011, la Fundación Gates gastó casi 500 millones de dólares en el desarrollo agrícola africano, impulsando enfoques capitalistas de alta tecnología. Este enfoque en los cultivos genéticamente modificados y la agricultura industrial contrasta con las recomendaciones de organizaciones como el Banco Mundial y las Naciones Unidas, que apoyan los métodos agroecológicos como soluciones más sostenibles.
La creencia de Bill Gates en soluciones de alta tecnología para los problemas sociales se alinea con las políticas económicas neoliberales y la globalización corporativa. Las subvenciones de la Fundación a menudo apoyan estas ideologías, descuidando las prioridades locales y las prácticas sostenibles. A pesar de las afirmaciones de promover la agroecología, muchas de las iniciativas de la Fundación, como una subvención de 10 millones de dólares a Conservation International, carecen de principios agroecológicos genuinos y favorecen enfoques tecnocráticos de arriba hacia abajo.
Los críticos sostienen que las estrategias de la Fundación Gates socavan las prácticas agrícolas tradicionales y promueven los intereses corporativos. Los agricultores africanos y los movimientos en pro de la soberanía alimentaria se resisten a estas imposiciones y abogan por la agricultura agroecológica y un mayor respeto por sus conocturned by Oregon court. The appeals court found the trial judge had impropimientos y su autonomía.
La importante influencia de la Fundación Gates en las políticas de desarrollo global pone de relieve la tensión entre la filantropía y la justicia. A medida que la riqueza de Gates sigue creciendo, también lo hace la necesidad de un enfoque más consultivo y equitativo para el desarrollo agrícola en África. Los agricultores africanos exigen una colaboración y un apoyo genuinos a los métodos agroecológicos que prioricen la sostenibilidad y las necesidades locales.
Artículo original:
Philanthrocapitalism: Gates Foundation’s African Programs Are Not Charity
De:
https://x.com/Sarah_A_Hartley/status/1812030384017699053
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