cial énfasis en sus efectos en la salud y el medio ambiente.
Con una conotacion negativa ganada a pulso, la industria agroalimentaria ha montado una estrategia conceptual sustituyendo el término transgénicos por uno más amplio (y valga decir, científicamente más apropiado) llamado Organismos Genéticamente Modificados (OMG’s). Sin embargo, sus efectos negativo y las críticas tanto en su desarrollo como en la imposición de su modelo de negocios sigue vigente.*
La nueva modalidad de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), denominada edición genómica gana espacio en la región sudamericana, impulsada por las corporaciones del agronegocio y poniendo en riesgo la biodiversidad, la calidad de los alimentos y la soberanía productiva y alimentaria de los pueblos. Esta nueva forma de transgénicos ya fue aprobada en Paraguay, sin debate y con un sospechoso sigilo por parte de las autoridades competentes.
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