«No soy de plata,
plata no soy;
ya te he dicho
quién soy.»
El conocimiento no debería ser cuestión de adivinanzas, menos cuando
hablamos de transgénicos. Aparentemente, la misma canción, el mismo
producto, pero con nota discordante… A debate aquellos productos
modificados genéticamente.
La proliferación de transgénicos en el mercado nos obliga a
reflexionar sobre su impacto en el medio ambiente, en la salud de las
personas y en el contexto sociopolítico. El declive de las abejas
(Tirado, Simon y Johnston, 2013. Recomendamos el proyecto Abelles
urbanes), la reducción de las variedades locales (Rural Advancement
Foundation International, 2014), la seguridad alimentaria, la toxicidad
de nuestras aguas y tierras, la deforestación (Greenpeace) son solo
algunas de las principales preocupaciones de aquellos que señalan la
opacidad en la industria.
El informe publicado por la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU.
Señalaba, en 2016, que los transgénicos están causando un problema
agrícola de primer orden, mientras destacaba su papel para mejorar la
salud global y los tachaba de «inofensivos». Una de cal y otra de arena,
he aquí la cuestión. Curioso, en este último caso, el ejemplo señalado
del arroz dorado, una variante con altos niveles de betacarotenos que
podría ayudar a evitar la ceguera a millones de personas y que, sin
embargo, se encuentra estancada. Desde Greenpeace insisten en que «no
existen estudios que analicen las posibles alergias que pueden provocar
las proteínas que se añaden a estos transgénicos» y acabar con el hambre
en el mundo no parece ser parte de la ecuación. El mismo estudio
refleja que la producción que se obtiene con OMG no es mayor que con la
agricultura convencional.
Pero, ¿es la semilla transgénica más barata? No, todo lo contrario. Su
resistencia a herbicidas revaloriza el valor según aumentan
desmesuradamente los agrotóxicos. Entonces, ¿cuáles son las ventajas?.
Las semillas, pesticidas y fertilizantes han sido secuestrados por
empresas como BASF, DOW, DuPont, Syngenta, Bayer o Monsanto (éstas dos
últimas en mitad de una megafusión ¡y no son las únicas!), dejando en
evidencia los intereses que se esconden tras la privatización del
conocimiento de patentes y monopolios. De nuevo aquí, la necesitad de
separar la paja del trigo.
...
Más:
http://www.desvestintaliments.cat/es/fusioteca-3/
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