Una corte estadounidense expuso que la multinacional hizo pasar como estudios científicos independientes distintos reportes hechos por su personal. También, que supo de antemano que IARC declararía al herbicida como potencialmente cancerígeno y eso le permitió armar una contraofensiva pública. En la Argentina, Monsanto está a un paso de fusionarse con Bayer.
La bomba estalló en los Estados Unidos y acá bien podría pasar
inadvertida de no ser por una serie de detalles de envergadura. El
primero de ellos, que se trata del agroquímico más utilizado en el campo
local desde hace décadas. El siguiente y no menos importante refiere a
que, cada vez que se lo cuestiona, no faltan los funcionarios de
gobierno que apelan al argumento de la falta de cuestionamientos en
Norteamérica para justificar su venta y uso.
Por último, un aspecto emparentado con esto mismo: Argentina replicó
los documentos de la potencia del Norte para habilitar su aplicación en
el mercado doméstico a partir de 1977. Dicho aval fue revalidado en 1999
por Ricardo Novo, por entonces secretario de Agricultura, Ganadería y
Pesca del menemismo.
Ahora, una corte federal de San Francisco accedió a una serie de
documentos que exponen cómo Monsanto manipuló estudios e hizo sentir sus
influencias en el sistema de aprobaciones estadounidense para
garantizar la comercialización del glifosato, herbicida cuyo mayor
consumidor a nivel planetario no es otro que nuestro país.
...
Más:
http://adelanto24.com/2017/03/31/monsanto-manipulacion-de-estudios-y-lobby-para-sostener-el-glifosato/
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