viernes, 1 de marzo de 2013

Preocupación en Europa por el posible acuerdo comercial con Estados Unidos


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Diferencias en cuanto a los alimentos modificados genéticamente

Por cuestiones polémicas como ésta han sido imposibles otros acuerdos. Puede parecer una cuestión baladí, pero están en juego los derechos de los consumidores y de los ciudadanos. ¿Qué queremos comer? ¿Cómo son tratados nuestros datos personales en Internet? En los últimos años, Estados Unidos y Europa han mantenido diferencias en este sentido, siendo motivo de conflictos. Por ejemplo, existen restricciones a la venta de productos alimenticios modificados genéticamente en Europa, mientras que la mayoría de los estadounidenses no tienen ningún problema con estos productos, siempre y cuando sean baratos y tenga buena presencia.

Los productos biotecnológicos son utilizados por la mayoría de los agricultores estadounidenses, lo que les permite cultivar plantas resistentes a los insectos y obtener mayores rendimientos. El año pasado, el 88% del maíz, el 93% de la soja y el 95% de las remolachas cultivadas en los Estados Unidos lo fueron a partir de semillas modificadas genéticamente.


“La transparencia, la libertad de elección, y el principio de precaución no pueden ser sacrificados por un tratado de libre circulación de mercancías”, dice Christoph Then, director general de Testbiotech, una asociación sin ánimo de lucro que se opone a la Ingeniería Genética.

El lobby agrícola estadounidense ha luchado durante mucho tiempo contra las barreras comerciales europeas para introducir las patatas modificadas genéticamente y la carne tratada con hormonas. Ahora, el tratado de libre comercio les puede proporcionar una considerable influencia para derribar esta resistencia de Europa.

En una carta dirigida al Representante Comercial de Estados Unidos, Ron Kirk, Max Baucas, Senador demócrata de Montana, se refirió a lo que se espera lograr en las próximas negociaciones. Su lista incluye acabar con las restricciones de la UE a las semillas modificadas genéticamente, el uso de hormonas en el ganado vacuno y las restricciones sobre el uso de aditivos en los piensos, como la ractopamina en la carne de los cerdos. Todo esto son anatemas para los consumidores europeos.

Por ejemplo, los ganaderos estadounidenses usan la hormona rBST, desarrollada por la empresa Monsanto. Esta hormona se destina la aumentar la producción de leche hasta en un 20% y el rendimiento en la carne hasta en un 30%. Pero también es sospechosa de causar cáncer en los seres humanos. Además, las vacas de alto rendimiento requieren un tratamiento adicional con antibióticos, porque las glándulas mamarias son más propensas a infectarse.

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Artículo:
http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2013/02/27/preocupacion-en-europa-por-el-posible-acuerdo-comercial-con-estados-unidos/

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