¿Cómo que necesitas cincuenta mil pesos para la siembra del maíz, si el
año pasado te presté cinco mil y sacaste muy buena cosecha, que hasta te
sobró para el granero? –le preguntó a Melquiades, el abarrotero que
siempre les prestaba.
-Lo que pasa don Manolo, es que ahora que fui por nuevas semillas, el
de la fábrica me enseñó el contrato que le firmé el año pasado y ahí
claramente dice que tengo que seguir usando la semilla que ellos venden o
entregarle mis dos parcelas como multa si no continúo comprándole y
como ya subió el maíz transgénico, no puedo ni sembrar el que me sobró,
ni usar otro tipo de grano porque va contra la ley –contestó Melquiades.
-¿Quién te dijo que firmaras un contrato y compraras esa porquería de
maíz transgénico, el que ahora te ve a costar diez veces más y que no
puedas seguir sembrando porque te multan y te quitan tu tierra, en caso
de que te atrevas a trabajar con las semillas que te venden en la
capital por sólo 10 mil pesos el bulto? –le preguntó el prestamista.
- Aquellas me costaban lo doble y con las transgénicas me salió un maíz
bien chulo: grandote y todo blanco, no como el amarillo que siempre
cosechamos. Hasta me sobró un montón para darle a mis animales y guardar
un poco para el próximo invierno; lo que no sabía es que el precio de
las semillas fueran a subir tanto y con eso no contaba –alegó el
campesino.
Germán su vecino, le explicó que ese tipo de maíz transgénico era
perjudicial para los seres humanos, para los animales y para la tierra,
ya que se come al resto de los granos que se siembran en otras parcelas
como el sorgo y el tomate, porque las cosechas de alrededor también lo
van a resentir, pues aunque la milpa dé mazorcas más grandes y el maíz
salga más blanco, los granos son insípidos y malos para la salud, pues
si así no fuera, no lo prohibirían en Estados Unidos y lo usarían para
alimentarse ellos mismos.
-México está enfrentando una crisis alimentaria y de salud, la que
Rosario Robles la llama “hambre” y en lugar de procurar que el campo
siembre su tradicional maíz que nos ha dado de comer desde hace cientos
de años, cuando nuestros antepasados Mexicas, Mayas, Teotihuacanos y
entre otros los Tlahuicas, lo cosechaban como uno de sus principales
alimentos. Sólo falta que también siembren el chile transgénico –se
burló Manolo.
-Esa compañía, filial de una trasnacional, tienen el visto bueno del
gobierno y no hay forma de evitar comprarles, a menos que dejes de
sembrar la tierra durante todo un año a te vayas al amparo contra el
contrato de quienes te vendieron esas semillas, creo que ningún juez
federal te vaya a aceptar el amparo, porque esa compañía es muy fuerte y
con muchas influencias, además de que tiene amenazado al gobierno con
irse del País y llevarse la inversión de México, además de despedir a
todos sus obreros, ya que con la nueva ley que desampara al trabajador
no hay que pagarles indemnización de ninguna clase y va a fomentar el
crecimiento del desempleo en el País, el que de por sí ya es muy alto
–apuntó Germán.
-Se sabe que todos los alimentos transgénicos también están prohibidos
en los países de Europa, algunos de Asia y muchos de Suramérica. Con
decirles que hasta uno de los socios más fuertes de los norteamericanos
que es Canadá, no permite que se siembre ese maíz en su suelo, ya no
digamos que se importe.
De:
http://www.diariodemorelos.com/blog/va-de-cuento-ma%C3%ADz-transg%C3%A9nico-en-m%C3%A9xico
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