Séralini vuelve a publicar su estudio: El herbicida Roundup y el maíz transgénico son la causa de serios problemas de salud
Por Oliver Tickell, 25 de junio de 2014 - The Ecologist
Un estudio científico que establece relación entre graves efectos en la salud en las ratas alimentadas con el maíz transgénico Roundup Ready, ha vuelto a editarse después de su polémica retirada tras
una fuerte presión comercial. Ahora los reguladores deberían responder y
revisar las licencias concedidas a los transgénicos y pesticidas, y los
procedimientos que se siguen para la concesión de licencias.
El
estudio de toxicidad crónica indaga sobre el impacto en la salud de las
ratas al alimentarlas con el maíz transgénico NK603 y pequeñas dosis
del herbicida a base de glifosato Roundup.
El estudio originalmente fue publicado en la revista Food and Chemical Toxicoly (FCT)
en septiembre de 2012, encontrando daños hepático y renal severos y
alteraciones hormonales, incluso con dosis por debajo de los valores
permitidos para el agua potable en la UE.
Sin embargo, el editor jefe de la revista se retractó de su publicación en noviembre de 2013, después de una campaña de difamación sostenida por científicos protransgénicos.
Los
efectos tóxicos se encontraron tanto consumiendo sólo el maíz
transgénico, que consumiendo sólo Roundup o ambos, Roundup y maíz
transgénico. Los resultados inesperados fueron los de encontrar unas
altas tasas de tumores y una mortalidad más elevada en los grupos que
los consumieron.
Las críticas se han tenido en cuenta en la nueva versión
El estudio se ha vuelto a publicar en la revista Environmental Sciences Europe. La
versión reeditada contiene nuevo material para hacer frente a algunas
de las críticas que se hicieron a la publicación original.
También
se publican los datos brutos subyacentes a las conclusiones, a
diferencia de los datos en bruto que la Industria mantiene en secreto,
por ejemplo, para la aprobación de Roundup. Sin embargo, la nueva
edición presenta los mismos resultados que en el anterior y las
conclusiones no se han modificado.
La reedición restaura el
estudio dentro de la literatura científica revisada por pares, para que
pueda ser consultado por otros científicos. También se acompaña de un comentario por parte del equipo del profesor Séralini (También publicado en The Ecologist),
en el que se describe las presiones de los partidarios de los cultivos
transgénicos para forzar al editor de FCT a que se retractase de la
publicación del estudio.
Los autores explican que la retractación ha sido “un
ejemplo palpable de los conflictos de interés entre las evaluaciones
científicas y los productos comercializados en todo el mundo. También mostramos que la decisión de
retractarse no responde a motivos científicos o éticos evidentes. La
censura de una investigación que muestra posibles riesgos para la salud
socava la credibilidad de la Ciencia. Por este motivo, hemos considerado
su publicación en otra revista”.
El estudio publicado ha sido sometido a una estricta revisión por pares
Claire Robinson, editora de GMOSeralini.org, comentó: “Este estudio ha pasado con éxito por al menos tres rondas de una rigurosa revisión por pares.
En
primer lugar, fue revisado para su publicación inicial en Food and
Chemical Toxicology, y según los autores se aprobó con unas
modificaciones menores.
El segundo examen consistió en el análisis de los datos en bruto por un grupo de personas no identificadas, una revisión organizada por el editor en jefe de FCT, Wallace Hayes, en respuesta a las críticas al estudio realizado por científicos protransgénicos.
En una carta dirigida al
Profesor Séralini, Hayes admitía que los revisores anónimos no
encontraron anda incorrecto en los resultados, pero argumentó que los
resultados no eran concluyentes, y eso justificó su decisión de retirar
el estudio:
Una mirada más profunda
de los datos en bruto reveló que no hay conclusiones definitivas sobre
los posibles daños causados por el maíz transgénico o Roundup en lo que
respecta a la mortalidad o la incidencia de tumores. Dada la alta
incidencia de tumores en las ratas utilizadas, las Sprague-Dawley, una
variabilidad normal no puede excluirse como causa de una mayor
mortalidad e incidencia en los grupos tratados.
La justificación dada para la retractación fue muy criticada por numerosos científicos, y considerado como un acto de censura y de jugar en favor de los intereses de la Industria de los transgénicos”, dice Robinson.
“Algunos científicos dicen que
otros muchos trabajos s contienen hallazgos no concluyentes, incluyendo
estudios de Monsanto a 90 días con el mismo maíz transgénico, y sin
embargo no se ha producido ninguna retractación. La retractación incluso
fue criticada por un ex miembro del consejo de redacción de FCT”. (véase también: http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2013/12/30/haciendo-una-buena-limpieza-de-la-literatura-cientifica/).
Ahora el estudio ha pasado una nueva revisión por pares, organizada por la revista que va a volver a publicar el estudio, Environmental Sciences Europe.
Que los críticos realicen sus propios estudios
El Dr. Michael Antoniou, genetista molecular que residen en Londres, dijo: “Son
pocos los estudios que pasarían un filtro tan estricto por parte de
otros científicos. La reedición del estudio después de tres revisiones
es un testimonio de su rigor, así como la integridad de los
investigadores. Si alguien duda de la calidad del estudio, que vuelva a
leerlo en la revista. La Ciencia habla por sí misma.
Si aún
reniegan de aceptar los resultados, deberían poner en marcha sus
propios estudios de investigación sobre estos productos tóxicos, que
están presentes en la alimentación humana y en la cadena alimentaria
animal, desde hace muchos años”.
El Dr. Jack Heinemann, profesor de Biología Molecular y Genética de la Universidad de Canterbury, Nueva Zelanda, dijo: “Aplaudo
la decisión de la revista Environmental Sciences Europe por la
republicación del estudio tras una rigurosa revisión por pares, y que se
hayan tenido en cuenta las recomendaciones de los revisores,
especialmente después de ser testigos de lo que ha pasado con la primera
publicación.
Este estudio
quizás sea uno de los que más ampliamente ha sido sometido a revisiones
de los estudios científicos sobre los transgénicos”.
Significativas alteraciones bioquímicas y fallos fisiológicos
El
estudio analiza los efectos sobre la salud de las ratas que estuvieron
alimentada con el maíz transgénico NK603 tolerante a Roundup (11% de la
dieta), cultivado con o sin aplicación de Roundup, y con Roundup (0,1
ppb de pesticida, que contiene glifosato y adyuvantes) presente en el
agua potable. Se observaron los siguientes efectos:
- Los
análisis bioquímicos mostraron deficiencias renales crónicas
significativas en todas las ratas que los consumieron y en ambos sexos.
El 76% de los parámetros alterados estaban relacionados con los riñones.
- En los
machos se encontraron congestiones hepáticas y necrosis, en una relación
de 2,5 a 5,5 veces más alta que en el grupo de control. Las nefropatías
severas fueron de 1,3 a 2, 3 veces mayor.
- En las
hembras, todos los grupos tratados mostraron de dos a tres veces de
aumento en la mortalidad, y la muerte era más temprana.
- Esta diferencia también se observó en los tres grupos de machos alimentados con maíz transgénico.
- Los resultados se mostraron dependientes de las hormonas y el sexo, siendo los perfiles patológicos comparables.
- Las hembras desarrollaron grandes tumores mamarios, con más frecuencia que el grupo de control.
- La pituitaria fue el segundo órgano más dañado.
- El equilibrio hormonal se vio alterado por el consumo del maíz transgénico y por la ingestión de Roundup.
- Los
machos presentaban hasta cuatro veces más tumores y de mayor tamaño, con
un adelanto de hasta 600 días con respecto al grupo de control, en el
que sólo se observó un tumor.
- Estos resultados pueden
explicarse no sólo por los efectos de la alteración endocrina producida
por Roundup, sino también por la sobreexpresión del transgén EPSPS y
otras mutaciones insertadas en el maíz transgénico, con sus consecuentes
alteraciones metabólicas.
- Nuestros hallazgos
implican que los estudios a largo plazo (2 años) de alimentación deben
realizarse para evaluar a fondo la seguridad de los alimentos
transgénicos y el uso de pesticidas, en su formulación comercial
completa.
“En conjunto, las
alteraciones bioquímicas y los fallos fisiológicos encontrados en este
estudio ponen de manifiesto los efectos patológicos del consumo de
transgénicos y Roundup, en ambos sexos, con algunas diferencias.
También demuestra
que la conclusiones de los estudios realizados por Monsanto, en los que
se dice que no se observaron alteraciones biológicamente significativas
en las investigaciones a 90 días, no se sostienen.
Proponemos que se deben evaluar los cultivos transgénicos
utilizados en agricultura y las formulaciones completas de los
plaguicidas en estudios a largo plazo para comprobar sus posibles
efectos tóxicos”.
Las Agencias de Regulación deben tomar en serio estos resultados
El Dr. Heinemann comentó: “Este
trabajo aporta nuevos e importantes conocimientos que deben ser tenidos
en cuenta por las agencias que evalúan e informan sobre los riesgos de
los organismos modificados genéticamente, del uso de plaguicidas en los
alimentos y en toda la cadena alimentaria”.
Según Patrick Holden, Director Ejecutivo de Sustainable Food Trust (SFT), este estudio pone de relieve la insuficiencias de las pruebas de seguridad que se han realizado hasta ahora:
“La
deficiencia más obvia se refiere al hecho de que el actual proceso de
aprobación se basa en ensayos realizados en animales durante sólo 90
días, un tiempo insuficiente si se considera que las enfermedades
crónicas en los animales y en los seres humanos se manifiestan por lo
general a edad avanzada”.
Una
segunda deficiencia, añadió, hace referencia a una Ciencia emergente,
la Epigenética, que muestra que el sistema endocrino puede verse
seriamente afectado por la presencia de residuos químicos en
concentraciones tan bajas como unas pocas partes por mil millones.
“Es
preciso un cambio en el proceso de aprobación en base a los LMR
(límites máximos de residuos), ya que cada vez es más evidente que estos
químicos tienen unos patrones de respuesta no lineales”.
Se precisa de una revisión urgente de las licencias de aprobación de los plaguicidas
Teniendo en cuenta estas preocupaciones, Holden dijo: “Hay
argumentos para una revisión urgente del procedimiento de regulación de
la concesión de licencias tanto para el herbicida Roundup y una clase
de insectividas, los neonicotinoides.Se requiere de una revisión
fundamental de todo el proceso de concesión de licencias para los
productos químicos agrícolas, para asegurar que se sirve en favor del
interés público”.
El Profesor Pete Pyers, Director Ejecutivo de Ciencias de Salud Ambiental y asesor científico del SFT, señala que “de una
mínima fracción de los productos químicos agrícolas se han estudiado
los efectos en la salud por parte de científicos independientes.
Durante las últimas
décadas se ha producido una revolución en las ciencias de salud
ambiental, que indica que la proporción de enfermedades atribuibles a la
exposición a productos químico es mucho mayor y más importante de lo
que se ha dicho.
Las herramientas que
tenemos a nuestra disposición para decir lo que es seguro y lo que no
son muy defectuosas. No tienen en cuenta las dos décadas de desarrollo
en los campos de las alteraciones endocrinas y la Epigenética, sino las
pruebas desarrolladas en la década de 1950.
Tampoco reflejan las complejidad de las mezclas, o en la forma en que interactúan los productos químicos”.
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Procedencia del artículo :
De:
http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2014/06/26/seralini-pide-a-la-industria-transparencia-en-sus-estudios-sobre-pesticidas-y-transgenicos/
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