lunes, 1 de diciembre de 2014

¿Cómo gasta la Fundación Gates su dinero para alimentar el mundo?

“Escuchando a los agricultores y atendiendo sus necesidades específicas. Hablamos con los agricultores acerca de los cultivos que quieren desarrollar y comer, así como los desafíos únicos que ellos enfrentan. Nos asociamos con organizaciones que entienden y están equipadas para enfrentar estos desafíos e invertimos en investigación para identificar las soluciones relevantes y factibles que los agricultores quieren y usarán.”
Principio rector principal de la Fundación Gates para el trabajo en agricultura.1
En algún momento de junio de este año, la cantidad total concedida como donaciones a proyectos alimentarios y agrícolas por la Fundación de Bill y Melinda Gates, sobrepasó los US$ 3 mil millones. Esto marcó un hito importante. De ser nadie en la escena agrícola hace menos de una década, la Fundación Gates ha surgido como uno de los principales donantes a la investigación y desarrollo agrícola.

La Fundación Gates es posiblemente, como nunca se ha visto, el mayor emprendimiento filantrópico. Actualmente mantiene un fondo por $40 mil millones, captado mayormente a partir de la propia riqueza de Gates y de su amigo multimillonario Warren Buffet. La Fundación tiene un personal de más de 1.200 personas y ha entregado sobre US$30 mil millones en donaciones desde su creación en el año 2000, tres mil seiscientos millones solamente en 2013.2 La mayoría de las donaciones son para los programas globales de salud y trabajo educacional en los Estados Unidos, tradicionalmente las áreas prioritarias de la Fundación. Pero en los años 2006-2007, la fundación expandió de manera masiva su financiamiento para la agricultura, con el lanzamiento de la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA) y una serie de grandes donaciones al sistema internacional de investigación agrícola (CGIAR). En el año 2007 gastó sobre quinientos millones de dólares en proyectos agrícolas y el financiamiento lo ha mantenido cercano a este nivel. La gran mayoría de las donaciones agrícolas de la fundación se centran en África.
Gastar tales cantidades de dinero le da a la fundación una gran influencia sobre las agendas de investigación y desarrollo agrícola. A medida que el peso del interés de la fundación en asociarse con el sector tecnológico y el sector privado se ha empezado a sentir en el concierto global de la agricultura, éste ha originado controversia y oposición, particularmente sobre su trabajo en África. Las críticas señalan que la Fundación Gates está promoviendo e importando modelos de agricultura industrial basada en las semillas y químicos de alta tecnología que venden las corporaciones estadounidenses. Estas críticas señalan que la fundación está obsesionada con el trabajo de científicos en laboratorios centralizados que prefieren ignorar el conocimiento y la biodiversidad que los pequeños agricultores de África han desarrollado y mantenido por generaciones. Algunos también denuncian que la Fundación Gates está usando el dinero para imponer una agenda política en África, acusando a la fundación de intervención directa en temas altamente controvertidos como las leyes de semillas y los OGM.
GRAIN revisó los registros financieros de la fundación, disponibles para el público, para ver si los flujos reales de dinero sustentan estas críticas. Hicimos un barrido a través de todas las donaciones para la agricultura que la Fundación Gates entregó entre 2003 y septiembre de 20143. Organizamos a los destinatarios de las donaciones en grandes grupos (ver tabla 2) y construimos una base de datos, la cual puede ser bajada del sitio (en inglés solamente) como una hoja de cálculo en formato Excel o en formato PDF.4.
Estas son algunas de las conclusiones que pudimos obtener a partir de los datos.
1. La Fundación Gates lucha contra el hambre en el Sur entregándole dinero al Norte.
El gráfico 1 entrega la imagen completa. Casi la mitad de las donaciones de la fundación para la agricultura van a las grandes agrupaciones: la red de investigación agrícola del CGIAR, organizaciones internacionales (Banco Mundial, agencias de las Naciones Unidas, etc.), AGRA (creada por el propio Gates) y la Fundación Africana de Tecnología Agrícola (AATF). La otra mitad terminó en cientos de diferentes organizaciones de investigación, desarrollo y políticas a través del mundo. De este último grupo, sobre el 80% de las donaciones fueron entregadas a organizaciones de Estados Unidos y Europa, 10% a grupos en África y el resto en otras partes. Los primeros países donde están localizados los beneficiarios de Gates son, a una gran distancia de los demás, el principal país receptor es Estados Unidos, seguido por Reino Unido, Alemania y Holanda.
Cuando se trata de las donaciones agrícolas de la fundación a las universidades y centros nacionales de investigación en el mundo, 79% fue para beneficiarios de Estados Unidos y Europa y un escaso 12% para beneficiarios de África.
La división Norte-Sur es más alarmante, sin embargo, cuando se revisan las ONG que la Fundación Gates apoya. Uno asumiría que una proporción significativa del trabajo de primera línea que la fundación financia en África sería realizado por organizaciones con base en África. Pero de los $669 millones que la Fundación Gates ha entregado a organizaciones no gubernamentales para el trabajo agrícola, más del 75% ha ido a parar a organizaciones con base en Estados Unidos. Las ONG con base en África reciben un escaso 4% del total de las donaciones relacionadas con la agricultura entregadas a ONG.
2. La Fundación Gates le da a los científicos, no a los agricultores.
Como se puede ver en el gráfico 2, el mayor receptor individual de donaciones de la Fundación Gates es el CGIAR, un consorcio de 15 centros internacionales de investigación agrícola. En los años 60 y 70, estos centros eran los responsables del desarrollo y difusión del controvertido modelo agrícola de la Revolución Verde en zonas de Asia y América Latina, que se enfocaron en la distribución masiva de unas pocas variedades de semillas que podían producir altos rendimientos – con la aplicación generosa de fertilizantes y pesticidas químicos. Los esfuerzos para implementar el mismo modelo en África fallaron y, globalmente, el CGIAR perdió relevancia mientras que corporaciones como Syngenta y Monsanto tomaron el control sobre el mercado de semillas. El dinero proveniente de la Fundación Gates le está proporcionando al CGIAR y a su Revolución Verde una nueva vida, en esta oportunidad, en sociedad directa con las compañías de semillas y pesticidas.5
Los centros del CGIAR han recibido, desde 2003, más de 720 millones de dólares de parte de Gates. Durante el mismo período, otros $678 millones fueron para las universidades y los centros nacionales de investigación en el mundo – más de tres cuartos de ellos, en Estados Unidos y Europa – para investigación y desarrollo de tecnologías específicas, tales como variedades de cultivo y técnicas de mejoramiento.
El apoyo de la Fundación Gates a AGRA y AATF está estrechamente ligado a su agenda de investigación. Estas organizaciones buscan, por diferentes vías, facilitar la investigación del CGIAR y otros programas de investigación apoyados por la Fundación Gates y asegurar que las tecnologías que surgirán de los laboratorios lleguen al campo de los agricultores. AGRA capacita a agricultores en cómo usar estas tecnologías e incluso los organiza en grupos para un mejor acceso a la tecnología, pero no apoya a los agricultores a desarrollar sus propios sistemas de semillas o a hacer su propia investigación.6
No pudimos encontrar evidencia de ningún apoyo de la Fundación Gates a programas de investigación o desarrollo de tecnología realizados por campesinos o basados en el conocimiento campesino, a pesar de la multitud de iniciativas que existen en todo el continente (Las y los campesinos africanos, después de todo, continúan proporcionando un estimado de 90% de la semilla usada en el continente!) La fundación consistentemente ha preferido poner su dinero en estructuras verticales de generación y flujo del conocimiento, donde los agricultores son simples receptores de las tecnologías desarrolladas en los laboratorios y vendidas por las compañías.
3. La Fundación Gates compra influencia política.
¿Usa la Fundación Gates su dinero para decirles a los gobiernos africanos qué deben hacer? No directamente. La Fundación Gates estableció la Alianza para la Revolución Verde en África en el año 2006 y la ha apoyado con 414 millones de dólares desde entonces. Mantiene dos asientos en el consejo de la Alianza y la describe como “La cara y voz africana de nuestro trabajo”7.
AGRA, como la Fundación Gates, entrega donaciones para programas de investigación. También financia iniciativas y empresas de agronegocios que operen en África, para desarrollar mercados privados de semillas y fertilizantes a través del apoyo a “agro-distribuidores” (ver recuadro en Malawi). Sin embargo, un componente importante de este trabajo es dar forma a las políticas.
AGRA interviene directamente en la formulación y revisión de políticas y regulaciones agrícolas en África en asuntos tales como tierras y semillas. Lo hace a través de “nodos nacionales de expertos en acción política”, seleccionados por AGRA, que trabajan para propugnar determinados cambios de las políticas. Por ejemplo, en Gana, El Nodo de Acción Política en Semillas de AGRA redactó los borradores de las revisiones de la política nacional de semillas y la presentó al gobierno. La Red de Soberanía Alimentaria de Gana ha combatido intensamente estas políticas desde que el gobierno las impulsó. En Mozambique, el Nodo de Acción Política en Semillas de AGRA redactó los borradores de la regulación sobre protección de variedades vegetales en el año 2013 y en Tanzania revisó las políticas nacionales de semillas y presentó un estudio sobre la demanda de semillas certificadas. También en Tanzania, el Nodo de Acción Política en Tierras está involucrado en la revisión del Acta de Tierras de Aldeas así como en la “revisión de leyes que regulan los títulos de tierras a nivel de distrito y trabajó estrechamente con funcionarios del distrito para desarrollar pautas para la formulación de estatutos.”8
La Fundación de Tecnología Agrícola Africana (AATF) es otra organización apoyada por la Fundación Gates, que cabalga en los territorios de la tecnología y las políticas públicas. Desde 2008 ha recibido 95 millones de dólares de la Fundación Gates, que han sido usados para apoyar el desarrollo y distribución de variedades de maíz híbrido y arroz. Pero también usa los fondos de la Fundación Gates para “cambiar positivamente las percepciones públicas” acerca de los organismos transgénicos y para hacer lobby a favor de los cambios regulatorios que aumentarán la adopción de productos transgénicos en África.9
En una línea similar, La Fundación Gates proporciona a la Universidad de Harvard los fondos para promover la discusión sobre la biotecnología en África, a la Universidad de Michigan la apoya con una donación para establecer un centro para ayudar a quienes definen políticas públicas a decidir cómo hacer un mejor uso de las biotecnologías y a la Universidad de Cornell, con fondos para crear una “plataforma de comunicación agrícola” global, de manera que las personas puedan entender mejor las tecnologías agrícolas basadas en la ciencia, con AATF como su socio principal.
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Gates y AGRA en Malawi: organizando a los agro distribuidores
Uno de los programas centrales de AGRA en África es el establecimiento de redes de “agro distribuidores”: pequeños distribuidores privados que venden productos químicos y semillas a los agricultores. En Malawi, AGRA entregó US$4,3 millones en donaciones para el Programa de Fortalecimiento de los Agro-distribuidores de Malawi (MASP) para suministrar semillas de maíz híbrido y pesticidas químicos, herbicidas y fertilizantes.
El principal proveedor para los agro-distribuidores en Malawi ha sido Monsanto, responsable del 67% de todos los insumos. Un gerente nacional de Monsanto reveló que todas las ventas de Monsanto de semillas y herbicidas en Malawi eran hechas a través de la red de agro-distribuidores de AGRA.
“Los agro-distribuidores actúan como canales para promover productos de proveedores de insumos,” señala uno de los documentos del proyecto MASP. Otro indica: “las compañías proveedoras han expresado sus aprecio por los días de campo porque los agro-distribuidores que se capacitan los están ayudando a promover sus productos en áreas muy remotas de Malawi.” La capacitación de los agro-distribuidores en el conocimiento de los productos, es llevado a cabo por las propias empresas proveedoras de los productos. Además, estos agro-distribuidores, cada vez más, son la fuente de asesoría sobre cultivos para los pequeños agricultores y una alternativa al servicio de extensión gubernamental.
Un informe de evaluación de proyectos establece que el 44% de los agro-distribuidores en el programa estaban entregando servicios de extensión. De acuerdo al Banco Mundial: “Los agro-distribuidores han … llegado a ser el nodo de extensión más importante para los pobres en zonas rurales … Una nueva forma de extensión impulsada por el sistema privado está surgiendo en estos países.”
El proyecto de agro-distribuidores en Malawi ha sido implementado por CNFA, una organización de Estados Unidos financiada por la Fundación Gates, USAID y DFID, y su afiliada local el Rural Market Development Trust (RUMARK) (Fondo de desarrollo del mercado rural), cuyos controladores incluyen a cuatro proveedores de semillas y químicos: Monsanto, Seed Co, Farmers World y Farmers Association.
Adaptada de “The hunger games" por War on Want, Londres, 2012
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¿Escuchando a los agricultores?
“Escuchando a los agricultores y atendiendo sus necesidades específicas” es el principio rector principal que guía el trabajo en agricultura de la Fundación Gates.10 Pero es difícil escuchar a alguien cuando no puedes oírlos. Las y los campesinos de África no participan en los espacios donde se establecen las agendas por parte de las instituciones de investigación agrícola, ONGs o iniciativas como AGRA que la Fundación Gates apoya. Estos espacios están dominados por los representantes de la fundación, políticos de alto nivel, ejecutivos de negocios y científicos.
Escuchar a alguien, si es que esto tiene alguna significancia real, debe incluir también el intento de aprender. Pero en ninguna parte de los programas financiados por la Fundación Gates hay alguna indicación de que ellos creen que las y los campesinos de África tienen algo para enseñar, que tienen algo para contribuir a las agendas de investigación, desarrollo y políticas públicas. Los agricultores del continente son siempre considerados como los receptores, los consumidores de conocimiento y tecnología provenientes de otros. En la práctica, el principio rector principal que guía a la fundación parece ser un ejercicio de comercialización para vender sus tecnologías a los agricultores. En esto, y no es sorprendente, se parece mucho a Microsoft.
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Invirtiendo sin que sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha
En septiembre de 2014, los herederos de Rockefeller decidieron seguir a algunos de sus pares filántropos y retiraron, citando razones morales, el dinero de sus fundaciones invertido en combustibles fósiles. También Gates, cuyas fundaciones son dueñas de alrededor de $700 millones en acciones de Exxon, BP y Shell, ha estado presionado para hacer que sus inversiones sean más responsables socialmente.11
En el año 2007, Los Angeles Times reveló que cientos de inversiones de la Fundación Gates – totalizando al menos US$8700 mil millones, o 41% de sus activos – estaban en compañías que funcionan en contra de los objetivos caritativos o filosofía social de su fundación. Poco después, la fundación anunció una revisión de sus activos de inversión para evaluar su responsabilidad social. Esta revisión, sin embargo, rápidamente fue tirada a la basura y la fundación decidió mantener una política de inversión con un retorno máximo.12
La fundación, sin embargo, afirmó que “cuando se instruye a los encargados de la inversión, Bill y Melinda también consideran otros asuntos más allá de las utilidades corporativas, incluyendo los valores que mueven el trabajo de la fundación”13
Es difícil ver a qué se refiere esto cuando se trata de su programa de alimentación y agricultura. La Fundación Gates mantiene que “el acceso a alimentos diversos y nutritivos es fundamental para la buena salud”, pero sus inversiones relacionadas con la alimentación son exclusivamente para la industria de la comida rápida. Ni más ni menos que US$3100 millones fueron invertidos en empresas como Coca Cola, McDonald’s, Pepsico, Burger King y KFC en el año 2012. La fundación tiene mil millones de dólares atados a la cadena de supermercados más grande del mundo, Walmart, la cual es una de las principales causas del desplazamiento de pequeños agricultores y su reemplazo por grandes distribuidores.14 La Fundación Gates también ha comprado $23 millones en acciones de Monsanto, el principal productor a nivel mundial, de los cultivos transgénicos.15
Notas
1 Sitio en internet de la Fundación Gates. “Agricultural Development, strategic overview.
2 Sitio en internet de la Fundación Gates, Foundation Fact Sheet.
3 Usamos la base de datos de donaciones en el sitio internet de la Fundación Gates y analizamos las donaciones que aparecen en la lista de 'Agricultural Development', 610 donaciones que totalizan US$ 3.110.591.382. (La última vez que se accedió a la base de datos fue el 7 de octubre, 2014: http://tinyurl.com/m9s42z7).
4 La base de datos está en format de planilla y puede ser bajada aquí.
5 Para discusiones sobre Gates y el CGIAR, ver: SciDevNet, “Are Gates and CGIAR a good mix for Africa?”, 2010.
6 Varias críticas muy buenas a AGRA ya existen y no queremos repetirlas aquí, Ver, por ejemplo, African Centre for Biosafety, “AGRA: laying the groundwork for the commercialisation of African agriculture”, por Food First, “Out of AGRA: the Green Revolution returns to Africa”, 2008; GRAIN, “A new Green Revolution for Africa?” 2007 y otros.
7 De la Estrategia de Desarrollo Agrícola de la Fundación Gates, 20018-2011, citado en Phil Bereano y Travis English, “Looking in a gift horse's mouth”, en: TWN, Third World Resurgence, Penang, 2010.
8 Sobre los Nodos de Acción Política, ver: AGRA 2013 Annual Report. Para información sobre la Food Sovereignty Ghana: http://foodsovereigntyghana.org
9 Muchas de estas actividades son llevadas a cabo por el Open Forum on Agricultural Biotechnology en África (OFAB), creado por AATF en el año 2006 para lograr “un aumento de la adopción de los productos genéticamente modificados en África y el resto del mundo”, Ver: http://allianceforscience.cornell.edu/partners
10 Sitio en internet de la Fundación Gates, “Agricultural Development, strategic overview”.
11 Cifras basadas en devoluciones de impuestos en el año 2012, informado en Alex Park y Laeah Leet , “The Gates Foundation's hypocritical investments”, Mother Jones, 6 de diciembre, 2013.
12 Charles Piller, Edmund Sanders y Robyn Dixon, “Dark cloud over good works of Gates Foundation”, Los Angeles Times, 7 de enero, 2007
13 Sitio en internet de la Fundación Gates, “Our investment policy”.
14 Cifras basadas en devoluciones de impuestos en el año 2012, informado en Alex Park y Laeah Leet , “The Gates Foundation's hypocritical investments”, Mother Jones, 6 de diciembre, 2013.
15 John Vidal, “Why is the Gates foundation investing in GM giant Monsanto?”, Guardian, 29 de septiembre, 2010.
GRAIN quisiera agradecer a Camila Oda Montecinos por su ayuda en consolidar la base de datos y los materiales gráficos.
Ecoportal.net
GRAIN
http://www.grain.org/
 
 
De:
http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Como-gasta-la-Fundacion-Gates-su-dinero-para-alimentar-el-mundo

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