Apicultores mayas habían presentado en 2012 un amparo porque la miel orgánica se contaminaba
La miel de Yucatán, amenazada por los cultivos de soja transgénica
PAULA CHOUZA/EL PAIS
México. Seis
asociaciones de apicultores mayas y defensores del medio ambiente, en
una batalla que podría compararse a la David contra Goliat, acaban de
conseguir que la justicia mexicana revoque el permiso que el Gobierno
otorgó a la multinacional Monsanto para la siembra comercial de soja
transgénica en la Península de Yucatán.
Los agricultores, junto con Greenpeace,
presentaron un amparo en febrero de 2012, tan solo unos meses después de
que el Tribunal Superior de Justicia de la UE determinara que la miel
presentaba trazas de polen genéticamente modificado y obligase a
someterla a nuevas regulaciones para permitir su comercialización. La
presencia del transgénico provocó una enorme alarma y Alemania -uno de
los principales destinos del dulce- bloqueó el producto durante meses.
Precisamente ese año, bajo el mandato de Felipe Calderón, la Secretaría
de Agricultura y la de Medio Ambiente habían aprobado la primera siembra
masiva de soja transgénica – 30.000 hectáreas frente al anterior
permiso de 7.200- a petición de la multinacional Monsanto, dueña de la
semilla.
Ximena Ramos, asesora de Litiga OLE, una
de las organizaciones demandantes, aseguró esta semana que la
resolución del juez sienta un precedente porque “determina que la
consulta previa procede para los casos de posible afectación, esto es,
que no se requiere que el daño esté probado”. En este sentido, el
juzgado resuelve que la siembra de soja transgénica podría afectar los
bienes económicos, laborales y ambientales de los apicultores mayas.
Además, el Juzgado Primero de Distrito
desestimó la defensa de la Semarnat y la Sagarpa ya que antes de otorgar
el permiso a Monsanto debieron considerar las opiniones del Instituto
Nacional de Ecología, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad,
quienes juzgaron inviable la siembra de soja transgénica.
La autoridad judicial ordenó a la
Sagarpa que lleve a cabo, de manera adecuada, la consulta pública en las
comunidades indígenas de Santa Elena, Ticul, Oxkutzcab, Tekax,
Tzucacab, Peto y Tizimin, ubicadas en el estado de Yucatán, antes de
poder expedir cualquier otro permiso a nivel comercial.
"Para los apicultores de Yucatán, muchos
de nosotros indígenas mayas, esto es un gran logro porque se reconoce
nuestro legítimo derecho a decidir sobre nuestro territorio y nuestro
sustento porque la apicultura es la principal actividad económica
tradicional que realizamos y no queremos que nuestra miel se contamine
con transgénicos”, señaló Lorenzo Itzá Ek, apicultor maya.
"El flujo del polen transgénico
representa un estigma en la calidad de la miel mexicana poniendo en
riesgo una de las pocas ventajas comparativas con las que cuenta nuestro
país dentro del mercado global. México es el tercer exportador de miel a
nivel mundial, 40% de la miel nacional se obtiene de Yucatán, Campeche y
Quintana Roo, el 98% de la miel de la Península se exporta a la Unión
Europea, y alrededor de 20.000 apicultores de origen indígena viven de
esta actividad", expresó Pablo Duarte, coordinador de la Unorca-Yucatán.
En la península existen alrededor de
348.014 colmenas. Miguel Lara Sosa, presidente de la Sociedad Apícola
Maya, explicaba hace un mes que cada ciclo se producen unas 10.000
toneladas de miel, lo que genera unos 400 millones de pesos (31 millones
de dólares), aunque en ocasiones la producción es menor. A comienzos de
año el directivo admitió una caída del 40%, provocada en parte por las
bajas temperaturas registradas en diciembre de 2013.
De:
http://nssoaxaca.com/nacional/1-general/93398-la-justicia-mexicana-revoca-el-permiso-para-sembrar-soja-transgenica-en-yucatan
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