sábado, 5 de julio de 2014

Hillary Clinton y su ferviente apoyo a los transgénicos, pero otra cosa es lo que hace en su casa

Por Max Ocean, 3 de julio de 2014   -   Common Dreams

La Secretaria Hillary Clinbton de visita en Kenia, en 2009, haciendo de lobby para la Empresa
Monsanto. Imagen: esquerda.net

Hablando en una reciente conferencia celebrada en San Diego ante los representantes de las grandes empresas de Biotecnología, la potencial candidata a la Presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, mostró su respaldo a los transgénicos y la Agricultura Industrial, frente a los defensores de una alimentación sostenible y más ecológica.

Ya en su época de Secretaria de Estado mostró su apoyo a los cultivos transgénicos, y dijo ante los representantes: “Las descripciones que señalan a los transgénicos como alimentos Frankenstein deben ser combatidas mediante una visión más positiva. Yo estoy a favor de la utilización de las semillas y productos que tienen un historial probado – en relación con las semillas resistentes a la sequía- . Hay una gran diferencia entre los hechos y las percepciones”.

Si Hillary Clinton tiene la intención de presentarse
al cargo en el año 2016,
debe pensar si apoya a un sistema alimentario
y agrícola que ha demostrado ser perjudicial
para la salud pública.
- Kateherine Paul, Asociación
de Consumidores Ecológicos
La certeza de Hillary Clinton sobre las seguridad de los alimentos transgénicos está en contraste con la opinión pública. Una encuesta de Consumer Reports realizado en junio descubrió que el 92% de los estadounidenses están a favor del etiquetado de los alimentos transgénicos. Los activistas estadounidenses rechazan la presión que está ejerciendo la Industria de los transgénicos para que no se aprueben normativas de etiquetado.
Katherine Paul, Directora de la Unión de Consumidores Ecológicos, en un correo dirigido a Common Dreams, decía: “La postura de Hillary Clinton sobre los transgénicos son decepcionantes, pero no son ninguna sorpresa. No son diferentes de las de Gobiernos anteriores, como las Administraciones de Bush, Clinton y Reagan, que tiene en cuenta sólo los puntos de vista de la Industria Biotecnológica”.
Los científicos independientes, los no financiados por la Industria, han realizado estudios que muestran que los alimentos que contienen transgénicos están relacionados con enfermedades crónicas. La Asociación Médica Americana ha pedido pruebas de seguridad previas a la comercialización y en un reciente estudio se han encontrado peligrosos niveles de glifosato, el principal ingrediente de Roundup de Monsanto, en la sangre, en la orina y en la lecha materna de las mujeres estadounidenses”.
Durante el tiempo que Clinton participó en la conferencia también dijo que tenía temores de que las actuales ayudas y exenciones de impuestos no fueran suficientes, y deberían de mantenerse en el futuro: “No quiero que las empresas de Biotecnología o las Compañías Farmacéuticas se vayan de nuestro país, sólo por alguna desventaja fiscal o una potencial ventaja fiscal en otro lugar”. Ante estas palabras, los representantes de la Industria, respondieron con fervorosos aplausos.
Es necesario un intenso debate. Tal vez sí que haya una manera de crear un grupo representativo de actores en la mesa para que el Gobierno Federal ayude a las empresas de Biotecnología con un seguro contra los riesgos”, dijo Clinton.
Los lazos de Clinton con las empresas Biotecnológicas ya vienen de antes, sobre todo sus estrechas relaciones con Monsanto, La firma de abogados Rose, donde Clinton trabajó en la década de 1980, representaba tanto a Monsanto como a Tyson Foods.
Mark Penn, quien desempeño el cargo de Director General de una de las mayores empresas de relaciones públicas del mundo, Burson-Mersteller, también representó a Monsanto, y fue asesor de la Casa Blanca durante el mandato de Bill Clinton y participó en la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2008.
Mientras Hilary Clinton fue Secretaria de Estado, el Departamento de Estado presionó a otros países para que aprobasen los transgénicos, utilizando diversos métodos, incluyendo al visita de un grupo de periodistas extranjeros a Estados Unidos para “participar en una gira sobre Biotecnología durante una semana”, para así modificar la opinión pública sobre los transgénicos en sus países de origen.
Sin embargo, en su vida personal Hillary Clinton no está tan convencida de que el consumo de alimentos transgénicos sea cosa segura. Según Walter Scheib, que desempeñó el cargo de Cocinero Jefe de la Casa Blanca durante la Presidencia de Clinton, dijo que “fue un reto profesional cumplir con el mandato de Hillary Clinton de adquirir alimentos nutricionalmente responsables… obtenidos de los productores y proveedores locales”.
Y como decía Mother Jones en 2012, recogiendo las palabras de Scheib de que en los jardines de la Casa Blanca todo “absolutamente estaba cultivado sin pesticidas ni fertilizantes químicos. Lo que hoy en día llamaríamos ecológico”.
Si Hillary Clinton tiene la intención de presentarse al cargo en el año 2016, debe pensar si apoya a un sistema alimentario y agrícola que ha demostrado ser perjudicial para la salud pública”, dijo Katherine Paul, “a menos que ella y su familia estén dispuestos a dejar de consumir productos ecológicos y hacer lo que dice en público: alimentarse de la misma comida tóxica que promueve entre la población”.
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