Portland— Dos décadas después de que los alimentos modificados
genéticamente llegaron por primera vez a los supermercados
estadounidenses, toma fuerza el debate sobre si los consumidores deben
saber más sobre lo que contienen sus bolsas de compra.
Aunque actualmente la mayoría de alimentos procesados contienen al
menos un ingrediente modificado genéticamente, no hay ninguna regulación
en Estados Unidos para que los fabricantes lo identifiquen, a
diferencia de lo que sucede en la Unión Europea y muchos otros países.
Pese a los años de su uso generalizado en Estados Unidos y a las
reiteradas aprobaciones de seguridad, los activistas siguen considerando
que los organismos genéticamente modificados, también conocidos como
transgénicos, son peligrosos o insalubres.
En muchos estados del país están trabajando para conseguir leyes regionales más estrictas en materia de etiquetado.
“No creo que haya nada malo en cómo la naturaleza ha diseñado nuestra
comida y no creo que sepamos lo suficiente sobre los efectos a largo
plazo” de los alimentos transgénicos, dijo Kathryn Lowe, una terapeuta
masajista y orientadora de salud que trabaja en Portland.
Lowe dijo que estaba ayudando a recoger firmas para que se presente una
ley a los votantes de Oregon en la tarjeta de las elecciones
presidenciales de noviembre. Esta norma exigiría a los fabricantes de
alimentos poner claramente “Producido con ingeniería genética” en los
productos que contienen OGM (organismos genéticamente modificados).
Muchos estados de EU prevén que sus habitantes puedan votar por nuevas
leyes, y los activistas en Colorado están peleando por una medida
similar. Ellos aseguran que los OGM poblaron los grandes supermercados
sin suficientes pruebas independientes sobre su seguridad a largo plazo.
El debate apunta al corazón de las multimillonarias industrias de la
agricultura y la tecnología alimentaria de EU. De manera previsible,
estos grupos están dedicados a evitar a toda costa la propagación de
tales requisitos y a decir que los argumentos de los activistas son
infundados o simplemente equivocados.
“El etiquetado obligatorio podría sugerir que los productos
alimenticios que contengan estos ingredientes son de alguna manera
inferiores a sus contrapartes convencionales u orgánicas”, dijo Charla
Lord, una portavoz de Monsanto, uno de los principales actores en el
campo de la biotecnología.
“Decir que los OGM son ‘no probados’ o ‘inseguros’ simplemente no es
verdad. Los cultivos de OMG se someten a más pruebas y supervisión que
ningún otro producto agrícola y la seguridad de los cultivos
transgénicos está bien instaurada”, agregó Lord en un correo
electrónico.
Monsanto produce muchos cultivos genéticamente modificados, incluyendo
una línea de maíz y otras plantas que han sido alteradas para tolerar
dosis más altas del herbicida más utilizado, llamado Roundup.
Casi todos los cultivos de maíz, soja, remolacha azucarera y colza en
Estados Unidos han sido creados genéticamente. Los alimentos orgánicos
son, por definición, libres de transgénicos.
Aumenta uso de pesticidas
Los partidarios de leyes de etiquetado dicen que los consumidores
deberían tener información detallada sobre lo que realmente están
comiendo. Apuntan a encuestas recientes, una de ellas de The New York
Times y la revista Consumer Reports, que sugieren que nueve de cada 10
estadounidenses apoyan esta idea.
“Eso es obvio. Tendría que haber una ley nacional que exija el
etiquetado de OMG y debería haber pruebas independientes”, dijo David
Rosenfeld, director ejecutivo del grupo de consumidores de Oregon
OSPIRG.
Rosenfeld afirmó que los cultivos genéticamente modificados han estado
vinculados a un aumento de más de 181 millones de kilogramos en el uso
de pesticidas en Estados Unidos entre 1996 y 2011, y que esto acarrea
riesgos para la salud y el medio ambiente.
Pero gigantes agroquímicos y agroalimentarios como Monsanto, Bayer,
DuPont, Coca-Cola y PepsiCo dedicaron millones a derrotar las
iniciativas para votar nuevas leyes.
Y este año, el estado de Vermont dio el paso histórico de aprobar una
ley de etiquetado obligatorio. Maine y Connecticut aprobaron medidas de
etiquetado, aunque éstas no entrarán en vigor a menos que varios estados
contiguos adopten primero requisitos similares.
La Grocery Manufacturers Association (GMA), junto con otros grupos
alimentarios que representan a los principales productores de Estados
Unidos, ha demandado a Vermont por su ley de etiquetado.
Mientras la GMA afirma que el etiquetado obligatorio OMG sería confuso y
costoso para los consumidores, activistas acusan de engañosas y
alarmistas esas afirmaciones.
De:
http://diario.mx/Economia/2014-07-08_be8e0af3/exigen-sea-obligatorio-etiquetar-transgenicos/
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