domingo, 16 de febrero de 2014

“La ciencia comprobó que hay polen de soya transgénica en muestras de miel”

La presencia de polen de soya transgénica en algunas muestras de miel mexicana es un hallazgo científicamente comprobado con microscopía, palinología y análisis genéticos de Reacción de Cadena de Polimerasa (PCR por sus siglas en inglés), explicó en entrevista exclusiva con Crónica Rogel Villanueva Gutiérrez, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y autor principal de ese estudio.

Doctor en Biología por la Universidad de Gales, Reino Unido, Villanueva Gutiérrez cuenta con 28 años de experiencia en el estudio de las interacciones de plantas y abejas, palinología, meliponicultura y apicultura. En el inicio de su carrera fue profesor de la materia de Bases Biológicas del Comportamiento en la Universidad de las Américas, en su estado natal: Puebla. Actualmente trabaja en Ecosur, que es uno de los 27 centros públicos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

En las últimas décadas ha detallado los efectos de la llegada de la abeja africana a México, así como la aparición de abejas híbridas africana-europea y la muerte de grandes poblaciones de abeja maya xunan-kab (Melipona beecheii), original del sureste de la República.

El pasado 7 de febrero de 2014, la revista Scientific Reports, de la editorial Nature, publicó una investigación encabezada por Rogel Villanueva que demostró que las abejas sí colectan polen de soya y que en dos de nueve muestras colectadas en la Península de Yucatán y analizadas en el laboratorio Intertek, de Bremen, Alemania, había polen transgénico.

Esta información causó revuelo porque puede impactar negativamente a las exportaciones de miel mexicana hacia Europa. A raíz de esto, el científico mexicano de 61 años de edad, profundiza en sus datos y hace precisiones.

Explica que la presencia de polen de OGMs en la miel mexicana no es responsabilidad de los criadores de abejas o apicultores. Dice que la contaminación surge por la siembra de soya genéticamente modificada incluso desde antes del 7 de junio de 2012, cuando la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) autorizó por primera vez la siembra de 253 mil hectáreas, en siete estados, con esa variedad de leguminosa modificada en laboratorios.

Aclara también que en las primeras notas periodísticas sobre este hecho se dijo que las muestras estudiadas habían sido rechazadas por Alemania pero que esa fue una imprecisión del primer portal que difundió el artículo, llamado Science2.0 y que después fue retomado por otros medios, incluyendo a la agencia de noticias Eurekalert, de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) y a periódicos mexicanos.

“En estos días Sagarpa ha respondido diciendo que no se ha rechazado ningún envío de miel mexicana a Alemania y eso es cierto, pero lo más importante es que sí se encontró el polen de soya transgénica en las mieles, y esas muestras fueron colectadas en 2012 cuando la siembra de ese grano estaba prohibida en todo el país. Además, antes decían que las abejas no visitaban la flor de la soya porque ésta se auto-fecunda, pero aquí están la pruebas de que sí es visitada por las abejas y sí la fecundan”, añadió telefónicamente el investigador que tiene su base de operaciones en Chetumal, Quintana Roo.

“Identificar que había polen de soya en la miel que estudiamos no fue fácil porque es un grano que no tiene muchos rasgos distintivos a la vista y podría confundirse fácilmente con muchas otras leguminosas, pero nosotros pudimos hacerlo porque contamos con una Colección Palinológica de Referencia que nos permitió identificar con certeza los granos de polen de soya. Esta Colección es parte del herbario del Ecosur y también nos apoyamos en un atlas llamado Flora palinológica de la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an, donde está representada la mayoría de los vegetales que existen en la Península de Yucatán. Una vez que separamos el polen de soya lo enviamos a Alemania donde se les hizo la prueba PCR”.

El científico de Ecosur condujo la investigación junto con colegas de otras tres instituciones: Carlos Echazarreta González, de la Universidad Autónoma de Yucatán; David Roubik, del Smithsonian Tropical Research Institute –con sede en Panamá—, y Yolanda Moguel Ordóñez, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agropecuarias y Pecuarias (INIFAP).

Años antes de haber viajado al Reino Unido para obtener su doctorado, Rogel Villanueva había conseguido el grado de Maestro en Ciencias en el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos (INIREB), en Xalapa, Veracruz, donde creció su conciencia sobre la importancia de la biodiversidad y sobre los recursos néctar-poliníferos que usan las abejas.

Al preguntarle qué puede ocurrir con estos datos que confirman la presencia de transgenes en algunas muestras de miel mexicana dice que la legislación de la Unión Europea se está flexibilizando, pero que no piensa que Alemania y otros países bajen sus niveles de exigencia a las importaciones.

“Este es un tema muy escabroso. Pero si se extiende la producción de soya transgénica sí va a afectar a los apicultores. Yo no inicié esta investigación con un objetivo político. Yo soy científico y me baso en los hechos. Al empezar no sabía si hallaría rastros de transgénicos en la miel mexicana, pero los resultados están ahí y sabemos que los consumidores alemanes, que son los principales importadores de nuestra miel –adquieren 80% de las exportaciones mexicanas— , no van a querer el producto con transgénicos, aunque se flexibilice la normatividad europea, como está ocurriendo actualmente”, concluyó.


De.
http://www.cronica.com.mx/notas/2014/815588.html

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