martes, 28 de mayo de 2013

Los argumentos de Greenpeace contra los transgénicos (réplica)

Los cultivos transgénicos representan una amenaza para los pequeños productores (campesinos e indígenas), ya que el modelo de cultivo de los OGM concentra el control de la agricultura y la alimentación en pocas manos y el aumento de la concentración empresarial destruye la libertad de elección y eleva los precios.
Por: Aleira Lara (@Aleiragalicia)

Contrario a lo escrito en este mismo espacio por Saúl Vázquez Torres, Greenpeace no se opone a la biotecnología siempre que se haga en espacios  controlados, es decir, en laboratorios y sin interacción con el medio ambiente. 

Las experiencias alrededor del mundo al cultivar organismos genéticamente modificados (OGM) han demostrado que éstos no ofrecen lo que prometieron sus diseñadores, defensores y comercializadores. En cambio, están generando serias consecuencias ambientales, socioeconómicas y plantean un serio riesgo para la salud, la biodiversidad y la soberanía alimentaria.

¿Por qué los transgénicos son un riesgo?
Contrario a lo pregonado por la industria biotecnológica, los cultivos transgénicos implican un incremento en el uso de agrotóxicos, generan contaminación genética y del suelo (1), pérdida de biodiversidad, desarrollo de resistencias en insectos (2) y vegetación adventicia (malas hierbas) (3), así como efectos nocivos para otras especies (4).


La contaminación genética con transgénicos, ocasionada por el flujo de polen por viento e insectos y el intercambio de semillas, atenta contra la biodiversidad.  México es centro de origen y diversidad genética del maíz y sus 59 razas y miles de variedades adaptadas a diferentes condiciones agronómicas y climáticas, resultado del conocimiento tradicional milenario, pueden perder su pureza ante la introducción de las semillas genéticamente modificadas, patentadas por las empresas biotecnológicas.
Los cultivos transgénicos también representan una amenaza para los pequeños productores (campesinos e indígenas) ya que el modelo de cultivo de los OGM concentra el control de la agricultura y la alimentación en pocas manos y el aumento de la concentración empresarial destruye la libertad de elección y eleva los precios.
Consecuencias legales
• Los productores deben comprar las semillas de empresas transnacionales y son obligados a firmar un acuerdo poco claro sobre el uso de esta tecnología, dándole a la empresa el derecho permanente sobre las semillas. Se les prohíbe guardarlas o venderlas en los ciclos agrícolas siguientes.
• Los trabajadores del campo podrían ser demandados por las empresas si se detectan semillas patentadas en sus campos, aunque su presencia sea consecuencia de la contaminación.
• En Canadá y Estados Unidos, estos acuerdos han propiciado la inspección arbitraria de las tierras y el atropello a la privacidad de los productores.
Consecuencias económicas
• Altos precios de las semillas transgénicas e inversiones adicionales difíciles de cubrir por parte de los campesinos, quienes al  final, se encuentran con que las cosechas no son más productivas por todas las fallas agronómicas.
• Ante el rechazo de la sociedad a los OGM, es necesario destinar recursos adicionales para separar físicamente los productos transgénicos de los convencionales. Aun así la contaminación es inevitable, y un evento contaminante por sí mismo le cuesta millones de dólares al sector agrícola (5).
¿Qué queremos para el medio ambiente y el campo mexicano?
Se requieren cambios radicales en el sector agrícola. La respuesta para incrementar la producción del campo no está en los transgénicos. Actualmente no existe en el mercado ninguna variedad transgénica con una tolerancia más alta al calor, ni tampoco a los estreses hídricos y térmicos.
El reto para enfrentar los extremos del clima y la baja producción de alimentos no está en un simple arreglo tecnológico como el que propone la ingeniería genética sino en la diversidad de semillas. Conservar in situ – en el campo- nuestra gran diversidad de maíces tolerantes a diferentes estreses ambientales puede proporcionar seguridad frente a eventos climáticos extremos, además de fomentar la soberanía alimentaria.
Incentivar la investigación pública. Las estimaciones actuales del costo del desarrollo de una planta transgénica, una vez que el gen haya sido identificado, son de más de 60 millones de dólares, comparado con el costo aproximado de 1 millón de dólares para desarrollar una línea convencional. El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), ha desarrollado variedades convencionales adaptadas a diferentes condiciones agronómicas.
El argumento de optar por maíz transgénico a fin de abastecer la demanda nacional cae ante las conclusiones del estudio Factibilidad de alcanzar el potencial productivo de maíz de México -realizado por investigadores del Inifap entre otros-, el cual demostró que México tiene el potencial para recuperar su autosuficiencia en maíz en un plazo relativamente corto, basándose en tecnologías existentes y sin recurrir al uso de maíz transgénico. Se podría incrementar de 23 hasta 33 millones de toneladas en un período de 10 a 15 años, sustituyendo con producción nacional las 10 millones de toneladas anuales de maíz importado de Estados Unidos (6).
En la Unión Europea (UE), gracias a la presión ciudadana y a los argumentos científicos, ocho países –Alemania, Grecia, Austria, Luxemburgo, Francia, Hungría, Italia y Polonia- decretaron ya la moratoria o algún tipo de prohibición  a la siembra de alguna variedad de este maíz. Actualmente sólo cuatro países lo cultivan a nivel comercial en toda Europa.
Es momento de reconocer que la agricultura industrial no resuelve el problema del hambre en el mundo y en cambio, está generando graves impactos ambientales. Es urgente la implementación de una agricultura ecológica basada en la diversidad de cultivos con semillas naturales la cual sí es sostenible a largo plazo.

* Aleira Lara es coordinadora de la campaña de Agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.

Fuentes:
1.             C. Zwahlen, A. Hirbeck, R. Howeld, and W. Nentwig, Efectos de los desperdicios de maíz transgénico Bt en gusanos de tierra Lumbricusterrestris. Molecular Ecology, 2003, vol. 12, pp. 1077-1086.
2.             Catangui M.A. & Berg R.K. (2006).Western bean cutworm, Striacostaalbicosta (Smith) (Lepidoptera :Noctuidae), as a potential pest of transgenic Cry1Ab Bacillus thuringiensis corn hybrids in South Dakota Environmental Entomology 35 1439-1452.
3.             Where Weedkiller Won’t Work. 3 de mayo de 2010. Información tomada el 26 de enero de 2012 a las 15:45 hrs.
4.             Prasifka, P.L., Hellmich, R.L., Prasifka, J.R. & Lewis, L.C. 2007. Effects of Cry1Ab-expressing corn anthers on the movement of monarch butterfly larvae. Environmental Entomology 36:228-33
5.             Cultivos transgénicos: cero ganancias. 2010. Greenpeace. Información tomada el día 23 de mayo de 2013 a las 12:06 hrs.
6.             Turrent, et. al, 2012. Factibilidad de alcanzar el potencial productivo de maíz de México. Consultado el 03 de noviembre de 2012, a las 12:17 hrs.


Fuente:
http://www.animalpolitico.com/blogueros-blog-invitado/2013/05/27/los-argumentos-de-greenpeace-contra-los-transgenicos-replica/#axzz2UcdanYxZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario