lunes, 9 de octubre de 2017

Biodiversidad y agronegocios / Yerbamala

Se suele decir casi como una herejía, que el modelo de civilización capitalista está en crisis terminal (Ornelas, 2012). Entre otras cosas, debido a los nocivos efectos ambientales y sociales de sus prácticas predatorias globales. Un aspecto importante de dicha crisis terminal tiene que ver sin duda con la amenaza para la vida y la biodiversidad que implica la fusión de grandes empresas de biotecnología (como Bayer-Monsanto), con el papel de la ciencia al servicio de dichas compañías, así como con el peligro de los nuevos transgénicos y la necesidad de diversificar y aumentar la agricultura campesina-indígena, donde los países de la región “Han perdido soberanía por su dependencia extrema a un puñado de empresas biotecnológicas” (Ribeiro, 2017).

Hace tan solo veinte años, por ejemplo, Monsanto no producía semillas, pero hoy es la mayor productora del mundo. Hace treinta años había más de 7,000 empresas productoras de semillas, y ahora Monsanto tiene el 25 por ciento del mercado. Así, las mega-fusiones y oligopolios capitalistas de las últimas décadas, nos llevan hoy a lo que se ha llamado las seis gigantes genéticas: Monsanto, Syngenta, Dupont, Dow, Basf y Bayer. Estas empresas, juntas, dominan el mercado mundial de semillas. Todas son además, productoras de venenos agrotóxicos, como el famoso “glifosato”, cuyos graves efectos sobre la salud humana están siendo documentados en los campos de soja (soya) en Argentina. Es fácil observar entonces los riesgos que estas prácticas entrañan: primero concentran el mercado y luego comienzan las megafusiones. Y así, Monsanto-Bayer, Syngenta-ChenChina y Dow-Dupont, controlan más del 60 por ciento del mercado total de semillas y el 71 por ciento del mercado mundial de agrotóxicos. 
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http://www.lja.mx/2017/10/biodiversidad-agronegocios-yerbamala/

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