medioambientales, la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria, mantenerse en los avances de la tecnología alimentaria e impulsar la economía entre otras cuestiones, estaban de acuerdo en su aprobación y producción, de ello hablábamos en el post Vía libre a los alimentos transgénicos en el Reino Unido.
El Ministro de Medio Ambiente, Alimentación y Desarrollo Rural del Reino Unido realizaba unas declaraciones que molestaron a quienes no quieren tener nada que ver con los alimentos desarrollados mediante biotecnología, aseguraba que oponerse a los alimentos modificados genéticamente era una tontería y tachaba de farsantes a quienes están en contra. Apenas pasaron unas semanas y de nuevo el Ministro era protagonista, cargaba de nuevo indicando que la industria alimentaria tiene que promover los alimentos transgénicos, siendo el sector que puede ayudar a disipar lo que considera mitos relacionados con la modificación genética. Se mostraba convencido de que la industria alimentaria podría cambiar la mala percepción que algunos consumidores tienen sobre estos alimentos. Con estas nuevas declaraciones no hacía más que reafirmar su posición y su deseo de eliminar barreras contra los alimentos transgénicos.
El pasado mes de marzo entraba en el campo de juego el presidente de la APPG (Organización Parlamentaria de todos los partidos y el Grupo de Elaboración de Bebidas del Reino Unido), declaraba que era necesario que los políticos promovieran los alimentos transgénicos. Esta organización tiene como cometido examinar las cuestiones que preocupan a la industria de los alimentos y bebidas, crear conciencia y transmitir dichas preocupaciones al Parlamento británico, se podría decir que el cerco se va estrechando y poco a poco se suman nuevos actores en la lucha a favor de la introducción, producción o comercialización de este tipo de productos. Pues bien, ahora se ha dado un paso más que acerca los alimentos modificados genéticamente a los consumidores.
Hasta la fecha, algunas cadenas de supermercados del Reino Unido garantizaban que la carne de ave y los huevos que comercializaban, no procedían de gallinas y pollos alimentados con piensos modificados genéticamente, pero ahora, cadenas como Tesco anuncian que abandonan su compromiso, no pueden garantizar que los productos mencionados no hayan sido alimentados con transgénicos. De este modo la cadena pone fin a un compromiso ético que ha mantenido durante 11 años, la empresa alega que el incremento del cultivo de soja transgénica de los principales países exportadores, ha limitado la disponibilidad de soja tradicional para las empresas fabricantes de piensos y para los avicultores.
Podemos suponer que las declaraciones y acciones emprendidas durante el último año están sujetas a una estrategia para formar la introducción y aceptación de los transgénicos. Según leemos en World Poultry, Tesco declara que no puede seguir con el compromiso adquirido, no hay suficiente alimento tradicional y es un problema que está sufriendo la cadena alimentaria a nivel mundial. Indica que hay que añadir que el 80% de la soja que se produce en el mundo es transgénica, una proteína barata con la que se alimentan a millones de animales. Sin embargo, parece que la verdad brilla por su ausencia, ante el cambio de política de las cadenas del Reino Unido, se ha pronunciado ABRANGE (Asociación Brasileña de Productores de Grano no Modificado Genéticamente), declara que las cadenas del Reino Unido han sido engañadas sobre la oferta de alimentos tradicionales, ¿por quién han sido engañadas? no sería difícil deducirlo siguiendo las actividades del Gobierno del Reino Unido durante el último año.
Esta asociación ha manifestado su sorpresa ante el anuncio de Tesco y otras cadenas como Marks & Spencer, Sainsbury o Morrisons, asegura que la información que han recibido es incorrecta y ofrecen la siguiente explicación: De acuerdo que Brasil es uno de los mayores productores de soja transgénica, pero también de soja tradicional, llegando a alcanzar los 82 millones de toneladas de producción, cantidad suficiente como para abastecer a todo el continente europeo. Según leemos en Food Navigator, parece ser que el problema no radica en la producción, sino en la escasez de barcos para poder transportar el grano, por lo que se podría considerar una escasez puntual que tiene remedio, nada que ver con lo que declaran las cadenas de alimentación, soja tradicional hay para dar y regalar.
De este tema hay mucho que hablar, los movimientos políticos y de las grandes empresas fuerzan la maquinaria para conseguir que los alimentos transgénicos sean aprobados, casi se podía decir que se intentan provocar una crisis alimentaria en Europa empezando por el Reino Unido, una buena estrategia para introducir los alimentos modificados genéticamente.
Fuente:
http://www.gastronomiaycia.com/2013/04/19/los-alimentos-transgenicos-se-abren-paso-en-el-reino-unido/
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