La exportación del dulce -de unos 30 mdd al año- podría estar en riesgo.
Alicia Carrasco/SIPSE MÉRIDA, Yuc.-
La apicultura yucateca, actividad que genera 30 millones de dólares al año en la exportación de miel, se ve amenazada por la posibilidad de que se autorice la siembra de soya transgénica en la región.
Un trabajo de investigación del Colegio de la Frontera Sur de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, comprobó, mediante un experimento, que las abejas sí sustraen polen y néctar en sembradíos de este tipo de soya, lo que contamina la producción de miel.
Los resultados contradicen la postura del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), que ha negado las afectaciones.
“Se autorizó la siembra de la soya transgénica en siete estados del país, los más afectados son los de la Península de Yucatán, ya que aquí es donde hay más apicultores, y casi toda la miel se exporta a la Unión Europea”, precisó Eric Vides Borrell, investigador del Colegio de la Frontera Sur de San Cristóbal de las Casas, especializado en abejas.
La situación para los apicultores se complica, ya que en 2011 la Unión Europea consideró el polen como un componente de la miel, por lo que si más del 0.9 por ciento del producto tiene organismos genéticamente modificados, debe llevar una etiqueta especial.
“Hay un sector oficial que argumenta que no hay problema de que se siembren las parcelas de soyas en lugares que son tradicionalmente apícolas, porque las abejas no pecorean, que no van a recolectar polen y néctar a la soya”, señaló Vides Borrell.
Ante esta aseveración, el Colegio de la Frontera Sur llevó a cabo una investigación en
Soconusco, Chiapas, donde el año pasado se sembró soya transgénica para comprobar la teoría; cabe señalar que en la literatura científica desde los años ochenta se comenta que las abejas sí pecorean (recolectan miel) en la soya.
“Lo que encontramos en la investigación es que sí pecorean en la soya transgénica.
Realizamos un experimento colocando colmenas a distancias crecientes de las parcelas de soya para ver a qué distancia podían las abejas tomar polen y néctar, posteriormente analizamos”, explicó el investigador.
Se analizó la miel con técnicas de biología molecular y los resultados fueron que mucha de las muestras de la miel y de polen contenían polen de soya, tanto convencional como transgénica, pues en la región de Soconusco, donde se realizó el experimento, se sembraron ambos tipos de soya”, mencionó.
“En Yucatán se realizó este cultivo hace dos años, pero se logró parar, y el año pasado ya no se sembró”, recordó Irma Gómez González, integrante del Colectivo MA OGM.
Detalló que desde 2005 en Campeche se sembró ese producto, pero el año pasado, gracias a una suspensión provisional que otorgó el juzgado segundo en esa ciudad, se detuvo esta acción.
Por su parte, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), a pesar de declarar que la siembra de soya transgénica no es viable en la región, dio “luz verde” para este cultivo, señalan productores locales.
De acuerdo con el Senasica, no existe problema con la apicultura y la soya transgénica, pues representantes de este organismo han declarado que las abejas no se posan en la soya, ya que ésta es autógama y es imposible encontrar polen de soya.
“Realmente asombra su ignorancia, ya que desde hace más de 15 años hay reportes, los cuales se pueden encontrar en internet, de apicultores que cosechan miel de soya; están en el juzgado las pruebas de los análisis de miel contaminada”, declaró el apicultor Federico Berrón Autrique, productor que encabeza la empresa Miel Integradora y forma parte del Consejo Directivo de la Asoc. Mexicana de Exportaciones de Miel.
Cabe indicar que el director en jefe de Senasica, Enrique Sánchez Cruz, al contestar los amparos promovidos por los apicultores, señaló que él no emite los permisos; mientras que la otra dirección de inocuidad involucrada en el caso, cuyo titular es Hugo Fragoso Sánchez, en los amparos de Campeche, niega que la soya pueda tener algún efecto.
“Nos asombra, porque él tendría que cuidar más a la apicultura por ser una actividad de miles de familias y el beneficio de la soya transgénica es inmensamente menor que el de la apicultura”, señaló Berrón Autrique.
Las repercusiones económicas para el Estado, consideró, serán de una pérdida de unos 30 millones de dólares de la producción de miel.
Indicó que tres mil hectáreas de soya están calculadas en 45 millones de dólares; aunque se produce 30 millones de dólares de miel, por el impacto de la polinización, se estima en 10 veces ese valor.
“Afortunadamente, en Yucatán el Gobierno está muy consciente de que será un desastre económico y la ruina de la apicultura”, apuntó.
Fuente:
http://sipse.com/milenio/transgenicos-amargan-la-miel-25896.html
La apicultura yucateca, actividad que genera 30 millones de dólares al año en la exportación de miel, se ve amenazada por la posibilidad de que se autorice la siembra de soya transgénica en la región.
Un trabajo de investigación del Colegio de la Frontera Sur de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, comprobó, mediante un experimento, que las abejas sí sustraen polen y néctar en sembradíos de este tipo de soya, lo que contamina la producción de miel.
Los resultados contradicen la postura del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), que ha negado las afectaciones.
“Se autorizó la siembra de la soya transgénica en siete estados del país, los más afectados son los de la Península de Yucatán, ya que aquí es donde hay más apicultores, y casi toda la miel se exporta a la Unión Europea”, precisó Eric Vides Borrell, investigador del Colegio de la Frontera Sur de San Cristóbal de las Casas, especializado en abejas.
La situación para los apicultores se complica, ya que en 2011 la Unión Europea consideró el polen como un componente de la miel, por lo que si más del 0.9 por ciento del producto tiene organismos genéticamente modificados, debe llevar una etiqueta especial.
Mala reputación
De manera que el producto se puede comercializar, pero genera una mala reputación de la miel mexicana, al estar contaminada por el polen de soya transgénica.“Hay un sector oficial que argumenta que no hay problema de que se siembren las parcelas de soyas en lugares que son tradicionalmente apícolas, porque las abejas no pecorean, que no van a recolectar polen y néctar a la soya”, señaló Vides Borrell.
Ante esta aseveración, el Colegio de la Frontera Sur llevó a cabo una investigación en
Soconusco, Chiapas, donde el año pasado se sembró soya transgénica para comprobar la teoría; cabe señalar que en la literatura científica desde los años ochenta se comenta que las abejas sí pecorean (recolectan miel) en la soya.
“Lo que encontramos en la investigación es que sí pecorean en la soya transgénica.
Realizamos un experimento colocando colmenas a distancias crecientes de las parcelas de soya para ver a qué distancia podían las abejas tomar polen y néctar, posteriormente analizamos”, explicó el investigador.
Se analizó la miel con técnicas de biología molecular y los resultados fueron que mucha de las muestras de la miel y de polen contenían polen de soya, tanto convencional como transgénica, pues en la región de Soconusco, donde se realizó el experimento, se sembraron ambos tipos de soya”, mencionó.
Esperan resolución de juez
El colectivo MA OGM señaló que, según informes de la delegación de la Semarnat, no se piensa sembrar más soya transgénica en el Estado; no obstante, se está a la espera de la resolución del juzgado sobre el caso de suspensión promovido por el cultivo iniciado hace dos años.“En Yucatán se realizó este cultivo hace dos años, pero se logró parar, y el año pasado ya no se sembró”, recordó Irma Gómez González, integrante del Colectivo MA OGM.
Detalló que desde 2005 en Campeche se sembró ese producto, pero el año pasado, gracias a una suspensión provisional que otorgó el juzgado segundo en esa ciudad, se detuvo esta acción.
Critican apicultores
Comunidades de apicultores de diez municipios de Yucatán, donde están los polígonos autorizados para la siembra de productos modificados, solicitaron al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ser declarados zona libre de transgénicos, pero dicho organismo no les responde, ya que las normas orgánicas “no están aprobadas”.Por su parte, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), a pesar de declarar que la siembra de soya transgénica no es viable en la región, dio “luz verde” para este cultivo, señalan productores locales.
De acuerdo con el Senasica, no existe problema con la apicultura y la soya transgénica, pues representantes de este organismo han declarado que las abejas no se posan en la soya, ya que ésta es autógama y es imposible encontrar polen de soya.
“Realmente asombra su ignorancia, ya que desde hace más de 15 años hay reportes, los cuales se pueden encontrar en internet, de apicultores que cosechan miel de soya; están en el juzgado las pruebas de los análisis de miel contaminada”, declaró el apicultor Federico Berrón Autrique, productor que encabeza la empresa Miel Integradora y forma parte del Consejo Directivo de la Asoc. Mexicana de Exportaciones de Miel.
Cabe indicar que el director en jefe de Senasica, Enrique Sánchez Cruz, al contestar los amparos promovidos por los apicultores, señaló que él no emite los permisos; mientras que la otra dirección de inocuidad involucrada en el caso, cuyo titular es Hugo Fragoso Sánchez, en los amparos de Campeche, niega que la soya pueda tener algún efecto.
“Nos asombra, porque él tendría que cuidar más a la apicultura por ser una actividad de miles de familias y el beneficio de la soya transgénica es inmensamente menor que el de la apicultura”, señaló Berrón Autrique.
Las repercusiones económicas para el Estado, consideró, serán de una pérdida de unos 30 millones de dólares de la producción de miel.
Indicó que tres mil hectáreas de soya están calculadas en 45 millones de dólares; aunque se produce 30 millones de dólares de miel, por el impacto de la polinización, se estima en 10 veces ese valor.
“Afortunadamente, en Yucatán el Gobierno está muy consciente de que será un desastre económico y la ruina de la apicultura”, apuntó.
Fuente:
http://sipse.com/milenio/transgenicos-amargan-la-miel-25896.html
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