CENCOS
A excepción de Martínez, quien ofreció una reunión con funcionarios menores, la cual se rechazó por oficio, mismo que no tuvo respuesta; ni el Secretario Guerra, ni la Secretaria Mercedes Juan han dado respuesta a la petición de audiencia solicitada en los términos que señala la Constitución.
Nuestra Carta magna señala en el
Artículo 8: “Los funcionarios y empleados públicos respetarán el
ejercicio del derecho de petición siempre que ésta se formule por
escrito, de manera pacífica y respetuosa… A toda petición deberá recaer
un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la cual
tiene obligación de hacerlo conocer en breve término al peticionario.”
Rápido olvidó el secretario de
Medio Ambiente su promesa de diciembre pasado cuando dijo que
“organizaría un grupo de trabajo sobre el maíz transgénico”. En ese
momento señaló que “Hay presiones de todos lados”, y que por ello, se
dejaría “a expertos que hagan una recomendación, a partir de la cual las
secretarías involucradas en el tema tomarán una resolución que se
entregaría al presidente Peña antes de que comience el próximo ciclo de
siembras”.
Pedía el “beneficio de la duda”;
sin embargo, hoy sabemos que nos enganó: Pasan lo días, se acerca la
temporada de siembra y no recibe a las organizaciones, ni convoca al
debate público. Como él dijo: “La decisión sobre la autorización del
cultivo comercial de maíz transgénico no debe ser personal ni política,
sería una inmoralidad”.
Por supuesto, autorizar la
siembra de maíz comercial transgénico NK 603 en Sinaloa, el maíz con el
cual un investigador francés alimentó a las ratas que tuvieron muerte
prematura, desarrollaron tumores y afectación en hígado, sería una
inmoralidad y un atentado a nuestra salud, a nuestra cultura y a un
patrimonio de México, tal vez más importante que el petróleo, NUESTRO
MAÍZ, nuestro principal alimento.
La consulta debe hacerse
pública, con científicos independientes y sin conflictos de intereses,
escuchando a campesinos e indígenas, así como a las distintas
organizaciones que han advertido sobre los riesgos de la siembra de maíz
transgénico y por supuesto a los consumidores, que tendrían graves
consecuencias en su salud de autorizarse la siembra comercial y
desregulada del maíz transgénico.
La Secretaria Mercedes Juan
López debe asumir con responsabilidad su cargo de Secretaria de Salud y
ahora Presidenta de la Comisión de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados (CIBIOGEM). De inmediato la Comisión Federal
de Protección y Riesgo Sanitario (COFEPRIS) debe revisar las
autorizaciones dadas y repetir una investigación similar pues nuestro
principal alimento puede causarnos el mismo daño que a las ratas.
Fuente:
http://ciudadania-express.com/2013/03/11/pena-nieto-viola-constitucion-para-favorecer-empresa-de-transgenicos/
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