No conformes con las alzas desmedidas que en los últimos meses han
sufrido los alimentos en nuestro país, las grandes empresas acaparadoras
de granos y semillas como Monsanto; Cargill; Syngenta y Nestlé están a
punto de emprender otro ataque al campo mexicano generalizando la
siembra de productos transgénicos, que trae aparejado el uso extendió
del glifosato, uno de los agrotóxicos más usados en el mundo de los
transgénicos.
En efecto, hace unos días la investigadora Silvia Ribeiro alertó
sobre la utilización del glifosato y su impacto en la salud humana: “En
abril de 2014 –dijo Ribeiro– se encontraron por primera vez residuos de
glifosato en la lecha materna de madres en los Estados Unidos.” (La Jornada, 3/V/2014).
Los estudios realizados en Estados Unidos, se hicieron gracias a la
intervención de una organización llamada Moms Across America (Mamás a
través de América), institución interesada en analizar que tanto
glifosato se había empleado en los cultivos de ese país, y si existía un
estudio para precisar los daños que éste agrotóxico pudiera ocasionar
en la salud humana; llama la atención, según reportó esta organización,
saber que no había interés alguno por parte de las instituciones de
salud norteamericanas para ir más fondo sobre las posibles consecuencias
del uso de ese producto.
Los estudios que han realizado los gobiernos de algunos países sobre
el glifosato, aunque aún dejan que desear, han concluido que algunas
mezclas utilizadas con el glifosato aumentan su toxicidad, poniendo en
severo riesgo la saluda humana.
Al parecer glifosato, el glifosato ya tiene tiempo (quizá desde 2009)
de estar siendo utilizado en varios países. Según Ribeiro, estudios
realizados por el ex presidente de Conicet Argentina y director del
Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aíres,
Andrés Carrasco, concluyen que “se ha encontrado en la leche materna de
mujeres brasileñas y argentinas, residuos del glifosato”, lo que pone en
riesgo la formación saludable del producto.
En días pasados, en la ciudad de Oaxaca el pintor Francisco Toledo y
Antonio Turren, representante de la Unión de Científicos Comprometidos,
demandaron en forma enérgica que no se autorice la siembra de maíz
transgénico en México y emitieron un documento titulado “Declaración de
Vida”, que tiene como propósito fundamental: “mantener la lucha contra
el cultivo de maíz transgénico y utilización en México, de ese grano
genéticamente modificado.” (La Jornada, 13–V–2014). ¡Se tiene que actuar ya por el bien de todos!
De:
http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2014/05/22/no-a-los-transgenicos/
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