Hace apenas un año, el relato de la Década Ganada concentraba la
mirada de los medios. Un año después, la fragilidad de ese relato
-desgranado- parece percibirse. En los últimos días, se sumaron jornadas
de protesta contra Chevron y Monsanto. Mientras que desde hace varios
años Barrick Gold era la corporación emblemática de la complicidad del
gobierno kirchnerista con las corporaciones transnacionales, en el
último tiempo el cuadro se amplió. Si la Patria es el Otro, en el actual
modelo se sigue confundiendo la Patria Grande con la Patria del Norte:
Chevron y Monsanto son dos corporaciones emblemáticas de Estados Unidos.
En esta columna, se sugiere agregar a la lista una más: Wallmart, una
empresa ahora responsabilizada por la inflación, y alentada por el
propio gobierno.
ANÁLISIS. - Por Eduardo Soler.
En la semana pasada, la noticia que se destacó desde el gobierno fue el
aumento de las asignaciones familiares y la AUH (Asignación Universal
por Hijo). Ciertamente, que se aumenten la partidas para las políticas
sociales resulta una buena noticia... ¿O no? Por supuesto, como remarca
la publicidad oficial, en un momento de crisis puede entenderse como una
medida anti-cíclica. Sin embargo, en primer lugar, más que hablar de
"aumento" podría tratarse de una "actualización" en el monto debido a la
inflación de los precios que afecta la canasta básica de alimentos. Más
importante, en segundo lugar, seguir combatiendo la pobreza desde la
perspectiva asistencial: ¿No es una muestra de fracaso más que de éxito
de un modelo que se concibe progresista?
¿Y qué tiene que ver todo esto con una mirada ambiental? En muchas
ocasiones este columnista recibe críticas porque se concibe que el
Ambiente debe hablar de la naturaleza o de la ecología, simplemente. Por
el contrario, la propuesta es que la mirada ambiental desde la Ecología
Política apunte a una crítica profunda sobre la relación sociedad -
naturaleza, que por lo tanto está mediada por un modelo (social,
económico, político). En este caso, se trata del modelo extractivista
por el cual la pobreza se combate con la condición de generar primero un
"crecimiento económico" que luego -y sólo luego- se puede distribuir,
justamente a partir de estas políticas sociales. Hemos definido a este
sistema "redistribución al final del tubo".
Retomamos aquí las palabras de Raúl Zibechi en
una entrevista realizada hace un año: "Hay gobiernos de izquierda
extractivos y gobiernos de derecha extractivos. ¿Entonces cuáles son los
pos-neoliberal? ¿Cuál es la diferencia de fondo? No encuentro un
análisis que me convenza de las características de los gobiernos
progresistas comparados con los conservadores. Estructuralmente son lo
mismo. Se dice que unos combaten con más fuerza la pobreza, y sería muy
discutible. Porque si no tuvieran un ciclo tan altos de los precios de
las commodities seguramente no podrían hacer las políticas sociales que
están haciendo. Entonces los gobiernos funcionan de una manera muy
parecida en unos países y otros".
Nuestra perspectiva es similar, en tanto que ya hemos planteado también
que el actual modelo definido como "crecimiento con inclusión social" no
se escapa de la lógica de la "teoría del derrame" atribuida a la
ideología neoliberal. El fetichismo del PBI significa más bien que se
pondera siempre las ganancias empresariales como medida de éxito, pues
si no existe esto no se concibe una política de re-distribución de la
riqueza (generada por estas empresas, se entiende). En términos
conceptuales, entonces, el énfasis en el "neoliberalismo" como generador
de todos los males (en Argentina el "menemismo") no es más que una
estrategia para disimular las falencias propias del sistema. Es decir,
del propio capitalismo, que explícitamente se apoya al hablar de un
"capitalismo en serio".
Vídeo:
https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=HrWxiX2UtOg
Cerrando el círculo del análisis, entonces, tenemos por un lado que el modelo fomenta a las corporaciones que en esta década "ganaron más que nunca". Esto es el crecimiento. Y por otro lado el relato enfatiza que el gobierno se preocupa por combatir la pobreza, ya que por ejemplo se destinan millonarios fondos a las políticas sociales asistenciales. Esto es la inclusión social. Sin embargo, ambos elementos están encastrados de modo tal que uno está subordinado al otro, porque la redistribución de la riqueza en este esquema sólo se da luego de acumulada la riqueza. Y por eso mismo el modelo es contradictorio, y por eso mismo el gobierno aparece peleando con corporaciones a las que beneficia.
Es hora entonces de al menos plantear el debate de un modelo económico
diferente. Y esto también puede hacerse desde una lógica ambiental. Sin
dudas, el punto de los llamados "mercados sociales" es importante. Mucho
más, la idea misma de las economías regionales, por la cual los
productores pueden acercarse a los consumidores. Pero no solamente eso,
sino que la riqueza se distribuye en la propia producción, sin necesidad
de una intervención posterior. Por supuesto, esto tiene que estar
acompañado de decisiones más importantes. Por caso, no apoyar el modelo
de agronegocios de Monsanto dirigido a la exportación, sino el modelo de
agricultura familiar pensado para la soberanía alimentaria.
Ver también:
ComAmbiental: "El modelo desgranado" (febrero 2014)
ComAmbiental: Amanece el 25: Relato Patriótico, Modelo Colonial (25-5-2013).De:
http://www.comambiental.com.ar/2014/05/patria-o-transnacionales.html
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