ELISEO OLIVERAS
El voto de los españoles y de los ciudadanos del resto de la Unión
Europea (UE) decidirá hoy cuál es la política económica que impondrá la
Comisión Europea a España y a los demás estados durante los próximos
cinco años. Con su voto, los ciudadanos determinarán también la
sensibilidad social y el alcance de las nuevas normas que aprobará el
Parlamento Europeo y que afectarán a la vida cotidiana de cada uno de
ellos.
El voto de hoy va mucho más allá de elegir a los 751 diputados del
Parlamento Europeo. Definirá las mayorías parlamentarias que marcarán,
en primer lugar, las orientaciones socioeconómicas de la nueva Comisión
Europea. El Ejecutivo comunitario puede parecer lejano, pero es el que
redacta los proyectos legislativos europeos y sus directrices económicas
anuales, y las recomendaciones para cada estado se traducen, por
ejemplo, en los ajustes presupuestarios que aplica el Gobierno español y
en las reformas económicas y laborales que adopta.
AJUSTE O CRECIMIENTO La mayoría parlamentaria que surja de las
elecciones o las alianzas entre los principales grupos parlamentarios de
la Eurocámara decidirán quién presidirá la próxima Comisión Europea, y
con ello si se priorizará la continuidad de la tan cuestionada política
económica de ajustes o si se reorientará la estrategia económica europea
para dar una mayor prioridad al crecimiento, al empleo y a la
corrección de las graves desigualdades sociales acumuladas durante la
crisis.
El candidato del Partido Popular Europeo (PPE), el exprimer ministro
luxemburgués Jean-Claude Juncker, es el representante de la continuidad
en la política de ajustes que él mismo defendió en el debate televisado
del pasado 15 de mayo y que impulsó como presidente del Eurogrupo
durante ocho años.
Todos los demás candidatos a presidir la Comisión Europea proponen
reorientar la política económica hacia el crecimiento y el empleo, de
forma más moderada por parte del candidato liberal, el exprimer ministro
belga Guy Verhofstadt, y más radical por parte de la candidata verde,
la eurodiputada alemana Ska Keller, y el de la izquierda, el diputado
griego Alexis Tsipras. El candidato socialista y actual presidente de la
Eurocámara, Martin Schulz, es la opción del cambio en la Comisión
Europea con más posibilidades, si logra asegurarse el respaldo de los
grupos liberal, verde e izquierda europea.
A pesar de que son los jefes de Estado y de Gobierno de la UE quienes
designarán por mayoría cualificada al candidato a presidir la Comisión
Europea "teniendo en cuenta los resultados electorales", el Parlamento
Europeo tiene la última palabra. El nombramiento necesita el respaldo de
la mayoría absoluta de la Eurocámara, 376 votos.
EXAMEN DE LOS COMISARIOS En segundo lugar, el voto de hoy determinará
la correlación de fuerzas entre los partidos conservadores y los
progresistas en la Eurocámara, lo que será clave para el examen de los
futuros comisarios y la aprobación de la nueva Comisión Europea. Un
mayor peso de los partidos de izquierda puede facilitar el rechazo de
candidatos a comisario con posiciones socioeconómicas retrógradas.
Este 25-M definirá asimismo si la Eurocámara dará prioridad a los
intereses de las entidades financieras o a los derechos de los
ciudadanos cuando se debatan las propuestas para limitar la capacidad de
especulación de los grandes bancos, para restringir las comisiones por
el pago con tarjeta de crédito, para combatir el blanqueo de capitales o
para regular las actividades de la denominada "banca en la sombra" que
manipula 53 billones sin control a nivel mundial.
El voto de hoy también determinará el nivel de protección de los
datos personales y la privacidad frente al espionaje de EEUU, frente a
las grandes empresas de internet y frente a los mayores controles que
quieren introducir los gobiernos con la excusa de la lucha
antiterrorista.
Las nuevas mayorías en la Eurocámara fijarán el nivel de
contaminación autorizado en la UE, el porcentaje mínimo de energías
renovables y las nuevas tarifas máximas de teléfono (roaming) durante
los viajes al extranjero. Además, decidirán si se autorizan o no los
alimentos con carne clonada y la proliferación de los transgénicos.
El voto de hoy será igualmente clave para que la Eurocámara pueda
evitar que el futuro Tratado Comercial con EEUU se convierta, como
pretenden los grandes grupos económicos, en un instrumento para recortar
en la UE la protección de los derechos sociales y de los consumidores,
del medioambiente, de las exigencias sanitarias de los alimentos y de la
cultura.
De:
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/temadia/que-europa-queremos_944281.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario