Francesca Ricciardi, Lucía Bárcena y Tom Kucharz
Miembros de Ecologistas en Acción y de la Campaña estatal No a TTIP, CETA y TiSA
El 21 de septiembre se aplicará de manera provisional el acuerdo de
comercio e inversiones entre la Unión Europea y Canadá (CETA), un regalo
a las élites económicas y financieras que se ha chocado con
movilizaciones y una oposición política sin precedentes en este tema
político.
Lo primero que debemos señalar es que sólo 4 parlamentos de los 28
Estados miembros de la UE han ratificado el acuerdo. Sin embargo el CETA
sólo entrará en vigor plenamente cuando todos los parlamentos de la UE
lo hayan ratificado. Y estamos muy lejos de eso. A pesar de ello, se
aplica provisionalmente la mayor parte del acuerdo, como las secciones
sobre la eliminación de aranceles de bienes, el capítulo de servicios y
contratación pública, así como la cooperación en materia de
reglamentación.
Con la aplicación provisional se pueden importar productos de carne
(vacuno y cerdo) canadiense con productos tóxicos y prohibidos en la UE
(tales como hormonas o ractopamina) o salmón transgénico debido a la
falta de controles y procedimientos de certificación de la carne y
pescado canadiense a su llegada a los puestos de inspección fronterizos
europeos. Con el sólo control de la Oficina Alimentaria y Veterinaria en
Canadá no hay garantías para el bienestar animal, sus alimentos y los
antibióticos suministrados, la absoluta falta de trazabilidad y del
etiquetado de los productos que contengan organismos modificados
genéticamente (OMG), así como el tipo y niveles de plaguicidas
autorizados y utilizados.
Canadá todavía permite 46 sustancias activas prohibidas en la UE y
que los niveles máximos de residuos de plaguicidas autorizados en los
productos alimenticios son mucho menos exigentes en Canadá que en la UE.
...
Más:
http://blogs.publico.es/otrasmiradas/10990/el-ttip-canadiense-un-regalo-unico-para-las-corporaciones-transnacionales/
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