En la localidad de Malvinas Argentinas ya nada es lo mismo. Haber expulsado a Monsanto, ese monstruo transnacional que quería instalar una planta de procesado de semillas transgénicas, dignificó a todo una comunidad. Pero no sólo eso: también permitió avanzar en formas alternativas de trabajar y de producir en la tierra. “Malvinas Agroecológica”, un proyecto en crecimiento.
Por Débora Cerutti y Marcos Rostagno para La tinta
El gustito a la lucha
Viajamos por la Ruta 88 que une la ciudad de Córdoba con Malvinas Argentinas. Apenas 14 kilómetros separan la capital cordobesa de la localidad que se hizo conocida en el mundo por enfrentarse a Monsanto. Una ruta que hicimos mil veces de ida y de vuelta durante estos últimos años, con el cuerpo atravesado por la presencia del gigante de los transgénicos. Esta vez, el motivo del viaje no tiene que ver con la multinacional. O quizás sí. Pero esta vez, es diferente.Llegamos a mediodía, el sol pega fuerte y el trabajo se ha frenado para reponer energías. A Lucas le tocó cocinar otra vez su guiso de arroz al disco. Ya están todos acomodados en la larga mesa del galpón esperando su ración. En esas cuatro paredes de bloques con piso de tierra, refugio del calor y espacio de reuniones, conviven frases de Fidel con consignas del Ni una Menos y el Sí a la Vida.
...
Más:
https://latinta.com.ar/2017/09/agroecologia-malvinas-argentinas-monsanto/
No hay comentarios:
Publicar un comentario