Un niño explota
simbólicamente globos GMO (Organismos Genéticamente Modificados)
inscrito en ellos durante una protesta contra los aditivos modificados
genéticamente en la comida de niños frente al Ministerio ruso de salud
en Moscú el 1 de junio de 2006. (Mikhail Pochuev/AFP/Getty Images)
PYATIGORSK, Rusia - Desde 2007,
el gobierno ruso ha exigido que los alimentos que contengan más de un 0,9% de
genéticos modificados (GM) estén etiquetados, pero debido a la falta de
controles implementados, muchos alimentos transgénicos están sin marcar.
Los organismos genéticamente modificados (OGM), aparecieron por primera vez en el mercado ruso en la década de 1990. Actualmente los cultivos incluyen 17 cepas genéticamente modificadas en tipos de maíz, soja, patatas, arroz, y remolacha que están permitidos en importaciones rusas. Sin embargo, a menudo se incluye otras variedades no autorizadas en muchos productos alimenticios que entran al país.
Los componentes GM se encuentran en productos de panadería, carne, y lácteos. Los activistas anti-OGM están particularmente preocupados por su presencia en alimentos para lactantes. El aditivo más común es la soja transgénica resistente al herbicida Roundup.
La comisión gubernamental encargada de evaluar la seguridad de cultivos transgénicos aún no ha aprobado como seguro a ninguno. Como resultado, el cultivo de OMG está prohibido oficialmente en Rusia. En la práctica, sin embargo, existe la preocupación de que los cultivos transgénicos puedan ser cultivados en el país, ya que los rigurosos controles no están en su lugar para comprobar los cultivos.
¿Es necesario en Rusia el alimento GM?
Un inspector, jefe de Rospotrebnadzor (Servicio Federal de Supervisión en Derechos de Protección al Consumidor y Bienestar Humano), Gennady Onishchenko, habló sobre OGM en el Congreso Internacional Ecológico de Nevsky, el 21 de mayo de 2013.
Dijo que la biotecnología incluye la modificación genética necesaria para asegurar que la población mundial tenga alimentos de calidad, y en cantidad suficiente. Los cultivos transgénicos a menudo son hechos para resistir plagas, inclemencias del tiempo, y otros factores de salud que son de impacto en los cultivos.
Un mes más tarde, en una reunión del Consejo de la Federación Onishchenko, dijo considerar que los productos genéticamente modificados son un logro científico, pero se reconoce los riesgos que implican en su uso.
“Los OGM son un gran logro, no se puede negar”, dijo. “Pero debemos entender que los riesgos en el uso de tecnologías de modificación genética..., deliberada o no intencional, no pueden ser excluidas. Por esta razón, desde el primer momento [cuando ingresó a la Organización Mundial del Comercio] empezamos a construir un sistema de control de seguridad para los OGM. ... Inicialmente fijamos estándares más altos para nosotros mismos en el análisis científico”, dijo Onishchenko.
Elena, directora de la Asociación Nacional para Seguridad Genética (NAGS), no está de acuerdo con las tácticas de desarrollo de OGM en Rusia.
Los científicos rusos siguen teniendo serias dudas sobre la seguridad de los OGM, incluso se permite que ingresen al país, dijo en una conferencia de prensa para anunciar los resultados de las investigaciones realizadas por AN Severtsov Instituto de Ecología y Evolución de la Academia de Ciencias Rusas.
“¿Por qué las autoridades no dudan acerca de permitir 17 cepas que no han sido plenamente investigadas en Rusia?”, preguntó. “Encontramos OGM en alimentos que no estuvieron etiquetados para indicar que los contienen”, dijo Sharoykina.
Estudios rusos realizados sobre efectos en la salud de los alimentos GM
En 2005, la bióloga Irina Ermakova comenzó a investigar el impacto de una variedad de soja transgénica en la salud de ratas y sus crías.
Las ratas alimentadas con soja GM mostraron efectos fisiológicos negativos, incluyendo la disminución de fecundidad y mortalidad más altas entre sus crías. Su trabajo fue impugnado por varios científicos en su campo, cuando fue publicado en 2007. Sin embargo, en la publicación se ha citado la revisión por parejas The Open Nutracéuticos Journal.
Irina Ermakova es una firme defensora de seguir estudiando impactos transgénicos en Rusia.
En 2010, El Instituto Ecológico y Evolución A.N. Severtsov, de la Academia de Ciencias de Rusia, a petición de la Asociación Nacional para Seguridad Genética, condujo un estudio independiente sobre el impacto de la harina de soja conteniendo OMG en mamíferos.
Los hámsteres se alimentaron con harina de soja GM, que es ampliamente utilizado para alimentar al ganado. Los hámsteres de la tercera generación tenían una alta tasa de infertilidad.
Los organismos genéticamente modificados (OGM), aparecieron por primera vez en el mercado ruso en la década de 1990. Actualmente los cultivos incluyen 17 cepas genéticamente modificadas en tipos de maíz, soja, patatas, arroz, y remolacha que están permitidos en importaciones rusas. Sin embargo, a menudo se incluye otras variedades no autorizadas en muchos productos alimenticios que entran al país.
Los componentes GM se encuentran en productos de panadería, carne, y lácteos. Los activistas anti-OGM están particularmente preocupados por su presencia en alimentos para lactantes. El aditivo más común es la soja transgénica resistente al herbicida Roundup.
La comisión gubernamental encargada de evaluar la seguridad de cultivos transgénicos aún no ha aprobado como seguro a ninguno. Como resultado, el cultivo de OMG está prohibido oficialmente en Rusia. En la práctica, sin embargo, existe la preocupación de que los cultivos transgénicos puedan ser cultivados en el país, ya que los rigurosos controles no están en su lugar para comprobar los cultivos.
¿Es necesario en Rusia el alimento GM?
Un inspector, jefe de Rospotrebnadzor (Servicio Federal de Supervisión en Derechos de Protección al Consumidor y Bienestar Humano), Gennady Onishchenko, habló sobre OGM en el Congreso Internacional Ecológico de Nevsky, el 21 de mayo de 2013.
Dijo que la biotecnología incluye la modificación genética necesaria para asegurar que la población mundial tenga alimentos de calidad, y en cantidad suficiente. Los cultivos transgénicos a menudo son hechos para resistir plagas, inclemencias del tiempo, y otros factores de salud que son de impacto en los cultivos.
Un mes más tarde, en una reunión del Consejo de la Federación Onishchenko, dijo considerar que los productos genéticamente modificados son un logro científico, pero se reconoce los riesgos que implican en su uso.
“Los OGM son un gran logro, no se puede negar”, dijo. “Pero debemos entender que los riesgos en el uso de tecnologías de modificación genética..., deliberada o no intencional, no pueden ser excluidas. Por esta razón, desde el primer momento [cuando ingresó a la Organización Mundial del Comercio] empezamos a construir un sistema de control de seguridad para los OGM. ... Inicialmente fijamos estándares más altos para nosotros mismos en el análisis científico”, dijo Onishchenko.
Elena, directora de la Asociación Nacional para Seguridad Genética (NAGS), no está de acuerdo con las tácticas de desarrollo de OGM en Rusia.
Los científicos rusos siguen teniendo serias dudas sobre la seguridad de los OGM, incluso se permite que ingresen al país, dijo en una conferencia de prensa para anunciar los resultados de las investigaciones realizadas por AN Severtsov Instituto de Ecología y Evolución de la Academia de Ciencias Rusas.
“¿Por qué las autoridades no dudan acerca de permitir 17 cepas que no han sido plenamente investigadas en Rusia?”, preguntó. “Encontramos OGM en alimentos que no estuvieron etiquetados para indicar que los contienen”, dijo Sharoykina.
Estudios rusos realizados sobre efectos en la salud de los alimentos GM
En 2005, la bióloga Irina Ermakova comenzó a investigar el impacto de una variedad de soja transgénica en la salud de ratas y sus crías.
Las ratas alimentadas con soja GM mostraron efectos fisiológicos negativos, incluyendo la disminución de fecundidad y mortalidad más altas entre sus crías. Su trabajo fue impugnado por varios científicos en su campo, cuando fue publicado en 2007. Sin embargo, en la publicación se ha citado la revisión por parejas The Open Nutracéuticos Journal.
Irina Ermakova es una firme defensora de seguir estudiando impactos transgénicos en Rusia.
En 2010, El Instituto Ecológico y Evolución A.N. Severtsov, de la Academia de Ciencias de Rusia, a petición de la Asociación Nacional para Seguridad Genética, condujo un estudio independiente sobre el impacto de la harina de soja conteniendo OMG en mamíferos.
Los hámsteres se alimentaron con harina de soja GM, que es ampliamente utilizado para alimentar al ganado. Los hámsteres de la tercera generación tenían una alta tasa de infertilidad.
Fuente:
http://www.lagranepoca.com/28963-rusia-no-aplica-sus-regulaciones-contra-transgenicos
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