La
comisión de agricultura aprobó la ley de Obtentores Vegetales, la cual tiene
como objetivo privatizar las semillas nativas otorgándoles el derecho de
propiedad a las transnacionales, entre ellas Monsanto. La votación que se
realizó con total hermetismo durante esta semana, será discutida prontamente en
la Cámara del Senado.
La
sesión que finalizó con tres votos a favor de los senadores Juan Antonio Coloma (UDI),
Hernán Larraín (UDI) y José García Ruminot (RN) y dos votos en contra de los
senadores Ximena Rincón (DC) y Juan Pablo Letelier (PS), perjudica a los pequeños agricultores
nacionales quienes deberán depender y obtener las semillas de las empresas transnacionales.
Otro
de los factores que molestan a los opositores de esta ley, fue la omisión del
Convenio 169 de la OIT que estipula que se debe consultar a los pueblos
originarios, estableciendo que ellos tienen derecho a “decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de
desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias,
instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de
alguna manera, y de controlar su propio desarrollo económico, social y
cultural”.
Convenio UPOV 91
La Unión Internacional para la
Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) es una organización
intergubernamental que se creó a partir del Convenio Internacional para
la
Protección de Obtenciones Vegetales adoptado en París en 1961. Su
objetivo es proteger a las obtenciones vegetales -semillas para
simplificar- mediante un derecho de propiedad intelectual, la
mayoría de estas, transgénicas.
Pero
en realidad, este convenio no protege las obtenciones de las semillas, sino más
bien vela por los intereses del obtentor de ella, sea una empresa o persona,
que se apropia de los derechos del vegetal. Chile se sumó
en 1996 a la UPOV, cuando adhirió al acuerdo según los términos del año 1978
(UPOV 78) y creo un registro de variedades protegidas dependiente del Servicio
Agrícola y Ganadero (SAG)
Según Chile Sin Transgénicos, "en Chile ya hay 600 variedades registradas, entre ellas el
boldo, por ejemplo, la mayoría por empresas extranjeras, pero algunas también
por entidades chilenas. Las organizaciones campesinas quieren evitar que ese
proceso de privatización de la semilla continúe avanzando en detrimento de la
pequeña agricultura y en paralelo con la planeada introducción de los
transgénicos. (…) Justamente lo que se patenta son las llamadas “variedades nuevas” de semillas híbridas o transgénicas,
es decir manipuladas genéticamente a partir de las variedades existentes y que
forman parte de la biodiversidad”.
Manifestación
Campaña Nacional Yo No Quiero Transgénicos en Chile
convoca a una marcha nacional para el sábado 17 de agosto, la cual en
Valparaíso, se realizará a partir de las 11 horas desde la Plaza Sotomayor.
http://www.elmartutino.cl/node/20050
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