Si
bien puedo contarme entre el reducido 27 % de la población cubana que
algo conoce sobre el tema de los transgénicos (según encuesta realizada
en 2009 a 2303 personas de La Habana y Ciego de Ávila), me viene
alarmando recientemente el hecho consumado de su aplicación a campo
abierto en Cuba.
Sabido
era que desde hace ya más de dos décadas el Centro de Ingeniería
Genética y Biotecnología (CIGB) y el Instituto de Biotecnología de las
Plantas de la Universidad Marta Abreu de las Villas (IBP) experimentaba
con algunas variedades de laboratorio, especialmente después de la
fuerte crisis alimentaria que trajeron los 90s y, según algunas escasas
referencias de la prensa, también con el objetivo de ser explotadas en
la industria farmacéutica.
Sin
embargo, buscando un poco sobre el tema por estos días -en que
organizaciones locales, movimientos campesinos y sociales de disímiles
países se empeñan en reforzar su lucha contra las increíbles
regulaciones y leyes que pretenden imponer los emporios transnacionales
de Monsanto, DuPont y Syngenta, entre otras-, me he tropezado con varios
documentos y textos que revelan que, desde 2008 se emplean a campo
abierto en la Isla la variedad cubana genéticamente modificada del maíz
FR-Bt1, así como otras de arroz y soya, cuyos cultivos pretenden
ampliarse.
Obsérvese
que digo “revelan” porque al menos para mí constituye algo totalmente
nuevo, lo cual no implica que se haga de manera secreta y conspirativa,
sino más bien que no llega tal cual es al cubano de a pie. No dudo que
hayamos visto la noticia entonces por el noticiero, de hecho, recuerdo
algo relacionado con el tema en algún medio masivo, pero con ese matiz
de verdad a medias que tanto limita nuestra capacidad de análisis.
Si
bien no cuestiono la buena fe de los científicos del CIGB o el IBP,
cuyas investigaciones son reguladas por el Estado y no están al servicio
de ninguna trasnacional y cuyos objetivos se basan, según declaran, en
“buscar la eficacia en la producción de alimentos y lograr la
autosuficiencia alimentaria”, con patentes nacionales que permiten
entregar las semillas de forma gratuita a los campesinos; creo que cada
vez es más evidente la amenaza que implica el uso de transgénicos en la
salud humana y el medio ambiente, sin mencionar que, transnacionales
aparte, constituyen en general el paradigma opuesto a las formas
sostenibles de desarrollo socioeconómico y medioambiental que tanto
defendemos.
Y
es que Cuba, ya lo sabemos, tiene una gran influencia en los
principales movimientos sociales internacionales, especialmente en
América Latina, en donde diez de sus países (Brasil, Argentina,
Paraguay, Uruguay, Bolivia, México, Chile, Colombia, Honduras y Costa
Rica) se posicionan entre los primeros 25 del mundo con mayores áreas de
cultivos transgénicos (lista encabezada por los Estados Unidos), con lo
cual, dichos movimientos agrarios, sociales, estudiantiles, etc.,
llevan a cabo hoy una ardua lucha contra su uso y la aplicación de leyes
impuestas por los emporios transnacionales.
Por
si no fuera poco, es Cuba, también, una referencia reconocida en sus
empeños más recientes por una agricultura sostenible y la imposición de
modelos agroecológicos que ya van demostrando su viabilidad, con el
aprovechamiento de nuestro capital humano, el uso de la biodiversidad y
un enfoque hacia el desarrollo local, que apuntan no solo a mayor
eficiencia y productividad sino a un sistema socialmente más justo.
Creo
que, al menos por simple coherencia y dejando a un lado mis
aterrorizadas opiniones al respecto, se impone un debate nacional sobre
el uso de los transgénicos, que el pueblo –y especialmente los propios
campesinos- conozca qué son, cuáles son sus repercusiones, cómo se usan
dentro y fuera de Cuba y decida si estamos dispuestos a aventurarnos por
ese camino, una vez puestas todas las cartas sobre la mesa. Pudiera
iniciarse por la televisión, en una Mesa Redonda, o mejor aún, en un
Pasaje a lo Desconocido… no se me ocurre mejor título para abordar el
tema de los transgénicos en Cuba.
Para todos aquellos interesados en informarse al respecto, sugiero el siguiente texto, publicado por el Centro Félix Varela, La Habana, Cuba, 2009:http://www.landaction.org/IMG/pdf/Libro_Transgenicos_Cuba.pdf
http://www.canasanta.com/2013/08/17/s-o-s-cuba-ya-tiene-transgenicos/
No hay comentarios:
Publicar un comentario