martes, 13 de agosto de 2013

Premio Mundial de la Alimentación a tres pioneros de la biotecnología


Mural -Resistencia contra el maíz transgénico en México - Foto Prometeo Lucero
Los ganadores del Premio Mundial de la Alimentación 2013, lo que algunos llaman el Nobel de Agricultura, se otorgaron a los representantes de Monsanto, Syngenta y de la Universidad de Gante en Bélgica.

“La semilla, la fuente de la vida, la encarnación de nuestra diversidad biológica y cultural, el vínculo entre el pasado y el futuro de la evolución, la propiedad común de las generaciones pasadas, presentes y futuras de las comunidades agrícolas que han sido los criadores de semillas, es hoy en día robado a los agricultores y se venden de nuevo a nosotros como "semillas de propiedad”. Propiedad de corporaciones de los Estados Unidos sede de Monsanto, escribió la Dra. Vandana Shiva en su artículo ‘El Gran Robo de semillas’.

El premio

Por primera vez en sus 27 ediciones, el premio fue entregado a representantes de empresas e investigadores dedicadas a la producción de cultivos modificados genéticamente.

Robert T. Fraley, vicepresidente ejecutivo de Monsanto Company, la trasnacional conocida como la gigante de los transgénicos, fue “adornado” con el prestigioso Premio Mundial de la Alimentación, lo que algunos llaman el Nobel de Agricultura. Este galardón desde 1987, reconoce a los científicos que contribuyen a “mejorar la calidad, cantidad y disponibilidad” de los alimentos en el mundo y es parte del legado de su fundador, Norman E. Borlaug, padre de la “Revolución Verde”

El premio de 250 mil dólares será compartido con los científicos Mary-Dell Chilton de (Syngenta Biotechnology) dedicada principalmente a los agroquímicos y semillas, y con el investigador belga creador de las plantas modificadas genéticamente (Plant Genetic Systems Inc), Marc Van Montagu de la Universidad de Gante -Bélgica.

Opiniones

Científicos Comprometidos con la Sociedad, ambientalistas y activistas de todo el mundo se sienten indignados y expresaron su conmoción frente a la selección de los ganadores. Ponen como ejemplo el caso dramático de la India, donde muchos agricultores estaban endeudados con las compañías biotecnológicas y al no poder hacer frente a los pagos se suicidaron.

La experta en cuestiones de alimentación Vandana Shiva de la India (RLA 1993) de la Fundación de Investigación para la Ciencia, Tecnología y Ecología dijo: “No sólo los transgénicos son inseguros, sino que además están destruyendo la biodiversidad, aumentan la dependencia de los agricultores a semillas y productos químicos, y conducen a la aparición de súper plagas y súper malezas. Son una receta para la inseguridad alimentaria y la insustentabilidad”.

A nivel mundial, más de ochenta laureados de los Premios Nobel Alternativo, entre ellos la Organización GRAIN y los miembros del Consejo para el Futuro Mundial, condenaron conjuntamente la elección del Jurado del Premio Mundial de la Alimentación de este año, en un comunicado publicado originalmente en el Huffington Post.

Ellos dijeron: “La elección del Premio Mundial de la Alimentación 2013 es una afrenta al creciente consenso internacional sobre prácticas agrícolas seguras y ecológicas que han sido probadas científicamente para promover la nutrición y la sustentabilidad”. Imaginemos que aplicando los mismos argumentos, se les conceda el Nobel de la Paz a quienes fomentan la guerra.

De acuerdo con un reciente informe de ISAAA (Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-Biotecnológicas), 2012 es el primer año donde la introducción de los cultivos transgénicos ha crecido más en los países en vías de desarrollo que en los países industriales.

Con la concesión del premio, a empresas como Monsanto y Syngenta, el jurado promueve la concentración del poder en manos de unas pocas empresas multinacionales.

El premio envía una muy mala señal para el futuro de la seguridad alimentaria y manifiestan que, “Los más afectados por los productos de estas empresas son los países más propicios al hambre y la escasez, a lo que debemos sumarle la dependencia que tienen los agricultores a comprar las semillas, productos fitosanitarios y otras herramientas que se utilizan en los cultivos transgénicos y la destrucción de la biodiversidad”.

Empresas como Monsanto tienen 1.500 patentes sobre cultivos resistentes al clima. La Fundación Navdanya / Investigación para la Ciencia, Tecnología y Ecología, ha hecho pública la lista en el informe, “Biopiratería de cultivos resistentes al Clima: Gigantes Genéticos Steal agricultores Innovación”

Actuar diferenteEl Consejo de Estado de Francia, su máxima jurisdicción administrativa, prohibió el cultivo en ese país del maíz transgénico MON810 de la empresa norteamericana Monsanto.

Para los ministros socialistas de Agricultura y de Ecología de Francia, Stéphane Le Foll y Philippe Martín, tiene gran importancia la prevención “de los riesgos medioambientales y económicos para los otros cultivos y la apicultura”

Otros países europeos (Austria, Hungría, Grecia, Rumania, Bulgaria, Luxemburgo) prohíben desde 2008 el cultivo del MON810 en sus territorios.

Una nueva Ley de la Comisión Europea, establecen nuevos poderes para regular el cultivo de plantas en toda Europa. La “Ley de Material Reproductivo de las plantas” regula todas las plantas. http://ec.europa.eu/dgs/health_consumer/pressroom/docs/proposal_aphp_en.pdf

Pregúntese

¿Por qué se les ha dado a estas personas el Premio Mundial de la Alimentación, especialmente cuando más de 900 científicos se vieron obligados a admitir, después de una amplia investigación, que los transgénicos conducen a la disminución de los rendimientos y son fácilmente superados por la agricultura tradicional?

La agricultura transgénica no democratiza el sistema alimentario; al contrario, privatiza las semillas, promueve la dependencia campesina, contamina la agricultura convencional y ecológica e impone sus intereses particulares al principio de precaución que debería de prevalecer.

Vivimos en un mundo al revés, en el que se premia a las multinacionales de la agricultura transgénica, mientras acaban con la agricultura y la agrodiversidad.

Conclusión

La agricultura ecológica puede mejorar la productividad y beneficiar a los suelos y la biodiversidad, sin obligar a los agricultores a comprar las semillas y productos químicos de altos costos.

Rechazamos tajantemente la introducción, el trasiego, la comercialización, intercambio, experimentación, almacenaje y la siembra de cualquier cultivo transgénico, por atentar contra la salud de la población en general.

Como dice el escritor Eduardo Galeano, en su libro 'Patas arriba' (1998), "...se premia al revés: se desprecia la honestidad, se castiga el trabajo, se recompensa la falta de escrúpulos y se alimenta el canibalismo".


http://noticias.iruya.com/newnex/economia/medioambiente/9193-premio-mundial-de-la-alimentacion-a-tres-pioneros-de-la-biotecnologia.html

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