Polémica por los transgénicos
Un informe elaborado en
la Facultad de Ciencias Médicas advierte sobre los problemas de salud en
la localidad de Malvinas Argentinas y reclama evitar la planta de
transgénicos de Monsanto. La empresa dice que su accionar “está dentro
de las leyes vigentes”.
Vecinos y ambientalistas marcharon
en enero contra la planta.
Profesionales
de la salud de cuatro cátedras de la Facultad de Ciencias Médicas de la
Universidad Nacional de Córdoba relevaron la situación sociosanitaria
de la localidad de Malvinas Argentinas, donde se mantienen los
cuestionamientos por la instalación de la empresa Monsanto. Detectaron
enfermedades respiratorias y de piel, abortos espontáneos y
malformaciones congénitas. Los investigadores, luego del estudio
interdisciplinario, concluyeron: “Someter a esta población a un nuevo
golpe en su salud ambiental, como el que generará una enorme planta de
semillas transgénicas de Monsanto, no es recomendable desde el punto de
vista médico, y es intolerable desde el punto de vista social”. Monsanto
señaló que la polémica por la radicación de la empresa se debe a “falta
de información” y destacó que su accionar “está dentro del marco de las
leyes vigentes”.
La investigación “Análisis de la salud
colectiva ambiental de Malvinas Argentinas” destaca la existencia de
casos de bronquiolitis, bronquitis, asma y alergias, que “comprometen a
la mayoría de los niños del pueblo”. “Se trata de una población que
padece enfermedades respiratorias de manera llamativamente más frecuente
e intensa que en otras poblaciones”, señala.
Detalla que la localidad tiene una
prevalencia de 15,46 por ciento en neumopatías (enfermedades pulmonares)
y la zona más expuestas a fumigaciones (el barrio Nicolás de Bari)
llega al 20,25 por ciento, lo relaciona con la “elevada contaminación”
del aire con polvo proveniente de los campos vecinos. “El pueblo no
tiene acopios de granos, pero Monsanto está construyendo una fábrica que
necesita almacenar una enorme cantidad de granos y prevé construir 240
silos para 16 toneladas cada uno. La experiencia de los pueblos
agrícolas nos enseña que vivir alrededor de los acopios de granos es de
alto riesgo para patologías respiratorias”, advierte la investigación.
Las enfermedades de piel afectan al diez por ciento de la población y en
el barrio Nicolás de Bari llegan al 30 por ciento.
Los investigadores relevaron a 178
mujeres que padecieron abortos espontáneos en los últimos años. “Una
prevalencia de 22 por ciento de mujeres en edad reproductiva (MER) en la
muestra estudiada. En el Nicolás de Bari tiene el valor más elevado
(25,6 por ciento)”. El Centro de Estudios de Estado y Sociedad y el
Centro de Estudios de Población estiman que en Argentina los abortos
espontáneos tienen una prevalencia de 0,6 por ciento de MER. “Un valor
de 22 por ciento de abortos espontáneos en Malvinas Argentinas nos dice
que algo grave está pasando”, advierte la investigación. También
detectaron 42 casos de nacimientos con “defectos”. Nicolás de Bari tiene
1,83 casos por cada cien vecinos encuestados, mientras que la zona
menos expuesta a agrotóxicos tiene 0,66 por ciento. “Se verificó que hay
mayor probabilidad de tener hijos con malformaciones si el hogar está
más cerca de campos fumigados con agrotóxicos”, explica.
“El alto impacto encontrado en salud
reproductiva, respiratoria y dérmica más la distribución espacial de las
mismas, incluyendo tumores y cánceres, con mayor presencia en las zonas
más expuestas a los pesticidas, reflejan grados de vulnerabilidad
ambiental muy grandes. La vulnerabilidad de la población es de las más
altas de Córdoba y la capacidad del Estado municipal de responder a la
demanda de enfermedad es mínima”, afirma.
La jefa de Prensa de Monsanto, Fernanda
Pérez Cometto, señaló que no tuvieron acceso a la investigación, pero
remarcó que tienen una planta similar (aunque de menor envergadura) en
Rojas (Buenos Aires) y “nunca se detectaron problemas en la población,
todas nuestras plantas cumplen los más altos estándares de seguridad”.
Respecto del rechazo que genera la instalación de Monsanto, Pérez
Cometto apuntó a la “desinformación” de quienes se oponen y explicó que
apuntan al “diálogo de todos los sectores”. Ante la posibilidad de una
consulta popular (como propone la Asamblea de Vecinos Malvinas Lucha por
la Vida), desde Monsanto destacaron que “lo deben decidir las
autoridades municipales”.
El trabajo fue realizado por Luciana
Ruderman (Red Universitaria de Ambiente y Salud), Betiana Cabrera
Fasolis (Cátedra de Medicina Psicosocial), Gloria Dozzo (Alergia e
Inmunología), Carlos Nota (Medicina I) y Medardo Avila Vázquez (Clínica
Pediátrica). Entrecruzaron información social y económica y obtuvieron
“datos sanitarios directos” de 3563 personas.
Los investigadores concluyeron que la
localidad posee el perfil de enfermedades que caracteriza a los pueblos
fumigados con agroquímicos, calificaron de “muy grave el escenario
socioambiental” y recomendaron “no someter a la población a los efectos
de, entre otros contaminantes, el polvo de cereales que emanará de los
silos y la actividad productiva de Monsanto”.
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