Luz verde al cultivo de transgénicos en Andalucía.
[TAMBÉ EN CATALÀ]
El pasado jueves 26 de septiembre el
Parlamento Andaluz aprobó la prohibición de cultivos transgénicos en
espacios protegidos y en zonas donde la producción ecológica tenga una
relevancia importante.
La propuesta original, que partía de la Plataforma Andalucía
Libre de Transgénicos (PALT), era bastante más ambiciosa e incluía la
prohibición de cualquier cultivo transgénico, experimental o no, en
territorio andaluz.
El PSOE y el PP han votado en contra de
estos últimos puntos, de forma que implícitamente los transgénicos
seguirán cultivándose en Andalucía, e incluso podrían ser aprobados nuevos cultivos.
Los riesgos
La oposición a los transgénicos tiene
motivos tanto ecológicos como sociales y políticos. Las plantas
transgénicas suponen la introducción de un factor completamente nuevo de
manera brusca en el ecosistema, lo que nos llamaría a atenernos al
principio de precaución.
Sin embargo, la presión de grandes
multinacionales, con Monsanto a la cabeza, ha forzado la generalización
de estos cultivos. El modelo basado en grandes cultivos intensivos junto
a la utilización de especies transgénicas está provocando una
disminución de la biodiversidad entre muchos cultivos.
Además, la modificación genética está siendo dirigida en base a criterios de rendimiento y beneficios económicos exclusivamente.
Por ejemplo, haciendo los cultivos más resistentes a herbicidas, para poder utilizar éstos en mayor cantidad.
Estos herbicidas los comercializa la
misma empresa que distribuye las semillas, cerrando un círculo
monopolístico que concentra cada vez en menos manos el patrimonio
alimentario. Siendo, además, herbicidas como el glifosato, que está
siendo cada vez más cuestionado por sus posibles efectos nocivos para la
salud.
El impacto andaluz
En Andalucía,
las consecuencias de la implantación de los transgénicos son aún
mayores debido a la importancia del sector agrícola. La agricultura
ecológica puede verse muy afectada, ya que es posible que las plantas
transgénicas se extiendan y “contaminen” otros cultivos. O el sector
apícola, que podría ver cómo en su producción de miel aparece polen de
plantas transgénicas, con lo que tendría que comercializarse como tal.
La PALT ha elaborado un completo informe
que pone de relieve todas estas consecuencias negativas sobre la
agricultura y el medio ambiente en general. Frente a un modelo
productivista e intensivo, basado en la búsqueda del máximo beneficio y
el control no ya sólo de la tierra —como sufrimos en Andalucía—,
sino también de las semillas en unas pocas manos, se impone la
necesidad de transformar el modelo hacia uno basado en el desarrollo
local y en la producción sostenible.
La prohibición aprobada el pasado jueves
puede ser considerada, como dice Lola Quintana (portavoz de Agricultura
de IU): “Un paso que debe marcar un camino”. Pero realmente es una
ruptura del acuerdo que PSOE e IU firmaron para formar coalición. Es,
más bien, una medida muy limitada que ejemplifica lo que se puede
esperar de un gobierno de coalición como el andaluz: media de cal y una
de arena.
Dani Bravo (@daniatg) es militante de En lucha / En lluita
Artículo publicado en el Periódico En lucha / Diari En lluita
http://enlucha.org/diari/fuera-transgenicos-de-nuestros-campos/#.UrVwGPaE7mo
De:
http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/76631-fuera-transg%C3%A9nicos-de-nuestros-campos.html
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